Algo está pasando con la industria farmacéutica porque llevamos días bombardeados de noticias relacionadas con los medicamentos: El presidente de la Asociación de Farmacias de Tenerife asegura que el 30% de los fármacos que hay en las Islas siguen sin tener el precio actualizado y que Canarias, como siempre, sigue teniendo problemas de abastecimiento.
Mientras que se habla de que la industria farmacéutica invertirá 300 millones de euros en enfermedades raras, también se dice que los laboratorios aportan sólo el 10% de la inversión para buscar una vacuna contra el Sida.
Por otra parte, la homeopatía, un tipo de medicina alternativa que cada vez cuenta con mayor aceptación por parte de los españoles, podría sufrir un varapalo que amenaza su existencia en el mercado si sigue adelante un decreto planteado por el ministerio de Sanidad.
Crónicas va a hablar de todo ello con José Luís Mola, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas.
En relación a la falta de actualización de precios que obliga a las farmacias del Archipiélago a sustituir determinados medicamentos por otros genéricos y que la Asociación de Farmacéuticos de Tenerife ha estimado que ha causado pérdidas de entre 3.000 y 5.000 euros a cada negocio, Mola dice que “mi compañero de Tenerife hace referencia a un problema que tuvo lugar en marzo y que supuso un caos porque el ministerio de Sanidad y la industria no se ponían de acuerdo con los precios y pasamos un mes malísimo hasta el punto de que yo decía que la única ley que se cumplía era la de Murphy, es decir, que todo es empeorable”. Comenta que ya se ha llegado un acuerdo y que aunque hubo pérdidas, ahora ya está todo solucionado.
Precio de los medicamentos
El precio de los medicamentos lo establece el ministerio de Sanidad, pero sólo el de los fármacos, que son los que nos van a recetar. Si uno quiere, por ejemplo, unas vitaminas, que son lo que se denomina especialidades farmacéuticas publicitarias, su coste está determinado por los laboratorios. En ninguno de estos casos el establecimiento farmacéutico tiene la posibilidad de cobrar lo que quiera al cliente. “El consumidor tiene que encontrar los mismos precios en todas las farmacias”, explica Mola que hace la distinción de los productos de parafarmacia, cuyo valor sí que puede decidirlo el establecimiento. Es el caso de biberones o chupas para niños o cremas para la cara.
En cuanto a los problemas de abastecimiento de los negocios de las Islas, Mola asevera que se sigue dando con mucha frecuencia y más en islas como Lanzarote, donde se obliga a tener unas reservas grandísimas para poder hacer frente a las necesidades de los pacientes.
Envíos con preferencia
Actualmente las flores, los periódicos y los artículos perecederos tienen preferencia en los viajes que se hacen por avión. Los farmacéuticos de Canarias han pedido a la ministra que considere también la posibilidad de priorizar los medicamentos “porque nos parece muy bien que la gente lea la prensa pero también que tenga el fármaco”.
Otra de las mejoras que esperan conseguir es la “receta electrónica”, algo que ya se está probando en La Palma, y que conseguiría evitar mucho tiempo de trabajo en papeleo.
Sobre la alarmante noticia para todos los usuarios de la medicina homeopática que pueden ver cómo los productos que usan pueden llegar a desaparecer del mercado, Mola asegura que “yo creo que la gente debe usar lo que le viene bien y cada vez se utilizan más los medicamentos homeopáticos, aunque algunos hayan querido bajar de categoría este tipo de curación”. Para Mola en ningún caso puede considerarse a la homeopatía una medicina de segunda.
De todos modos, cabe diferenciar los medicamentos homeopáticos que el cliente puede comprar tal cual, como en la medicina alopática, y aquellos que están preparados de forma expresa para el paciente. El proyecto de Sanidad que pediría unos requisitos incumplibles para la homeopatía afectaría al primero de los grupos.
La razón que encuentra Mola a este posible perjuicio hacia la homeopatía vendría, no tanto de rivalidad entre laboratorios, como de “una falta de legislación que ahora se quiere regular, lo mismo que sucede con las plantas medicinales”.
La fabulación sobre los laboratorios
“Ha habido mucha fabulación y muchas películas sobre estas empresas y habría que distinguir porque hay muchos laboratorios que están investigando muy seriamente pero luego llega el problema de las patentes”, explica Mola. El laboratorio tiene que invertir mucho tiempo y muchísimo dinero en investigar cualquier producto y luego dispone de 10 años para resarcirse de esa investigación. La polémica viene de establecer si es mucho o poco tiempo. “Europa está mimando mucho a la industria farmacéutica porque la americana y la japonesa son muy fuertes” comenta el profesional. Es más, recuerda que “estuve hace poco en un laboratorio de Madrid, montado por todo lo alto, con los mejores aparatos y profesionales y llevaban 8 años sin descubrir nada, y eso es lo que alega la industria, que el esfuerzo es muy grande y por eso se les apoya desde el Gobierno”. Precisamente, comenta, los laboratorios se están quejando de que como sigan bajando los precios no se van a poder mantener pero es realmente complicado encontrar el equilibrio entre el dinero y la investigación.