Una fotógrafa de Lanzarote, Rosa GV Fotografías, ha realizado una magistral composición aprovechando la luna llena de esta semana en la que de forma asombrosa ha captado la esencia del único satélite que orbita alrededor de la Tierra y su proyección sobre un paraje tan singular como el nuestro. Para ello, ha utilizado uno de los símbolos de la Isla, el camello, y por supuesto a la persona que los cuida y los protege, la gente del sector primario que es tan importante, casi vital, para la propia supervivencia de nuestro entorno y de nuestro paisaje.
Carta de la autora
Después de casi un año de planificación y varios intentos cancelados a causa de la metereología, por fin, ¡¡objetivo cumplido!!
En 1405 llegaron a Lanzarote, procedentes de África, los primeros ejemplares flotando en el mar amarrados a un lateral de las embarcaciones, gracias al aire que pueden acumular en sus estómagos.
Los camellos en Canarias, #dromedarios ya que tienen una sola joroba, han sido un elemento indispensable en el desarrollo socioeconómico de la isla de Lanzarote, principalmente en la agricultura y en el transporte cuando no habían coches ni camiones. No sólo araban la tierra, también se encargaban de trasladar los productos del campo y el vino de Lanzarote, para que llegaran al resto de las islas. El paisaje de La Geria responde, en parte, al trabajo desarrollado por estos animales, que ejercieron también como peones de construcción. Llevaban agua a las casas antes de que existiera la red de abastecimiento, y hasta ejercían de taxi cuando un enfermo reclamaba la presencia del médico en cualquier rincón de la isla. Hasta con el servicio de correos colaboraban no hace demasiados años.
En la actualidad pasean a los turistas por el parque nacional de Timanfaya, actividad relativamente reciente.
Yaiza es actualmente la patria de los camellos lanzaroteños, teniendo la máxima representación en Uga.
𝙈𝙪𝙮 𝙖𝙜𝙧𝙖𝙙𝙚𝙘𝙞𝙙𝙖 𝙖 𝗧𝗼ñ𝗼 𝗠𝗼𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗲𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗺𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀, 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙥𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖, 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙙𝙞𝙨𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤 𝘀𝗲𝗴ú𝗻 𝙡𝙚 𝙖𝙫𝙞𝙨𝙖𝙧𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙡𝙖𝘀 𝙛𝙤𝙩𝙤𝘀 𝙮 𝙥𝙤𝙧 𝙩𝙧𝙖𝙣𝙦𝙪𝙞𝙡𝙞𝙯𝙖𝙧 𝙖𝙡 𝙘𝙖𝙢𝙚𝙡𝙡𝙤 𝙙𝙪𝙧𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙡𝙖 𝙨𝙚𝙨𝙞ó𝙣 𝙮𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖𝙗𝙖 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙩𝙤 𝗹𝗲𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗮𝗱𝗮.
