Fotos: Dory Hernández/Anabel Navarro
El cielo se llenó de cometas el pasado fin de semana en San Bartolomé. La explanada de Guacimeta, en Playa Honda fue el escenario elegido para la visita de amantes de cometas y curiosos, que pudieron disfrutar de multitud de acrobacias, exhibiciones y espectáculos con motivo de la X Edición de la Fiesta del Viento.La sorpresa de este año la protagonizó la ausencia de viento, aunque el evento fue un año más todo un éxito con un gran poder de convocatoria.
Como explicó este lunes a Crónicas la concejal de Turismo, Festejos y Medio Ambiente, Áurea Mauri, “tanto el sábado como el domingo lo que hizo Aena con la Fiesta del Viento fue una auténtica maravilla; el día precioso, luminoso, claro...y las cometas volaban”. La edil añadió además que “era incontable la gente que había; la valoración ha sido positiva, la gente acudió a los actos”.
El Aeropuerto de Lanzarote, en colaboración con el Ayuntamiento de San Bartolomé, organizó la “X Fiesta del Viento” bajo la coordinación técnica de Paco Arana. Hasta allí acudieron destacados cometeros nacionales e internacionales.
En esta edición, el Festival contó con las novedades del estreno de la obra musical “Surcando el Aire”, compuesta por Alberto Martín Rodríguez, que se pudo disfrutar el sábado durante la celebración del ‘Vuelo nocturno' de cometas y con el vuelo de dos de gran formato, pintadas por el artista Christian Honerkanp, artista plástico nacido en Inglaterra pero que reside en la isla de Lanzarote desde hace 5 años. Este artista polifacético aborda la escultura, la pintura y la intervención espacial. Invitado a participar en el festival, para su exhibición se inspiró en la naturaleza y la geografía de Lanzarote.
El público asistente también disfrutó el fin de semana de diferentes talleres de actividades relacionadas con el viento, como el de construcción de cometas tradicionales y de folios, que este año duplicó la superficie con la incorporación de una nueva carpa. También se impartió el taller de decoración de cometas; taller de girabotellas; de molinillos hipnóticos y de paracaídas, que permitieron que niños y mayores trabajasen en sus propias cometas con elementos básicos y tradicionales, como papel, hilo y varillas de madera. En la Escuela de Vuelo acrobático los monitores enseñaron a los interesados cómo manejar una cometa tradicional de dos hilos.
Parque temático “Jardín del viento”, vuelo nocturno y suelta de caramelos
El “Jardín del Viento” es una instalación ya veterana en la fiesta del viento. Antonio Martínez Ferrer es el artífice de esta singular muestra, mezcla de juguetes, mecánica popular, y poesía en movimiento que tanta expectación provoca entre quienes tienen la posibilidad de contemplarla. Basada en la idea de los autómatas, Antonio ha conseguido crear a lo largo de los últimos diez años, una colección de aproximadamente 200 juguetes que se ponen en marcha cuando son expuestos al viento. Entre ellos se pueden disfrutar de máquinas de pompas de jabón, tio-vivo, dedos impacientes que repican, un Elvis muy particular que contorsiona la pelvis o norias que sacan agua sin parar.
Por otra parte, los niños se lo pasaron de miedo con la “Suelta de caramelos”, una actividad que consiste en un teleférico que sube una cometa y que al llegar a una cierta altura se abre y caen un buen número de caramelos, cada uno de los cuales lleva atado una pequeña hélice que hace que su lugar de caída sea necesariamente imprevisible. Lo niños fueron invitados a estar en la zona e intentar coger los caramelos.
El vuelo nocturno también causó sensación. Se celebró por segundo año consecutivo y fue entre las 22:00 y las 23:30 horas del sábado, primera jornada del festival de cometas. La singularidad de las cometas contra un cielo oscuro, y la diversidad de elementos lumínicos, así como la música y el entorno tan especial donde se realiza logran un efecto muy especial