miércoles. 30.04.2025
Juicio por el segundo presunto homicidio imprudente del que se acusa a un joven de 25 años en Lanzarote

La conducción de Pedro Yeray bajo los efectos del alcohol a 150 kilómetros por hora terminó con la vida de José Carlos Hernández

Ya ha sido condenado a 2 años y medio de prisión por otro homicidio imprudente en el que murió un joven de 21 años en un vuelco en Puerto Naos, en septiembre de 2006. Ahora se enfrenta a una pena de otros 4 años de cárcel y la prohibición de conducir durante 6 años por la muerte, en abril de 2006, de José Carlos Hernández, de 19 años. La fiscal y la acusación particular logran demostrar que el acusado circulaba careciendo de carnet, que ingirió alcohol y fumó porros esa noche y que circulaba a una velocidad “totalmente excesiva” por la Avenida de Las Playas de Puerto del Carmen

Así quedó el vehículo en el que falleció José Carlos Hernández Hernández el 5 de abril de 2006, tras el accidente en Puerto del Carmen.

- “Además de los 27 metros de frenada de una rueda y los 17 de otra, creo que para rozar el bordillo, invadir el carril contrario, dar vueltas sobre sí mismo y arrancar de cuajo una palmera que arrastró más de 21 metros, el coche tenía que ir demasiado rápido”, sostiene un testigo del accidente

- Antonio y María Hernández, padres de uno de los jóvenes fallecidos, piden justicia: “Si hubiera estado en prisión preventiva desde la muerte de José Carlos no habría matado a otro joven. Es increíble que todavía esté en la calle”

Fotos: Anabel Navarro

Pedro Yeray Méndez Rodríguez, un joven de 25 años acusado de un delito de homicidio imprudente, volvió a enfrentarse este lunes a los tribunales de justicia. Con una sentencia firme de 2 años y medio por otro homicidio imprudente cometido cinco meses después de los hechos encausados esta mañana, la Fiscalía elevó a definitiva su petición para el joven de 3 años de cárcel y la prohibición de conducir cualquier vehículo a motor durante 5 años, una pena a la que la abogada de la acusación particular añadió un año más. Al delito de homicidio por imprudencia grave se añadió el delito de lesiones por imprudencia grave, ya que además del joven fallecido, un segundo ocupante del turismo resultó también herido grave.

Por su parte, la abogada defensora impugnó el atestado policial donde se demostraba la ingesta de altas dosis de alcohol, y también los informes médicos del Hospital General que así lo certificaban. Según la letrada, las pruebas de alcoholemia no fueron realizadas con el protocolo habitual, y ello a pesar de que el agente instructor de las pertinentes diligencias policiales confirmó en el juicio que el acusado sí dio su consentimiento para la ejecución de las mismas.

La vista oral de este caso había sido suspendida por el Juzgado de lo Penal Número 6 de Arrecife el pasado 4 de marzo ante la ausencia de dos policías locales de Tías que intervinieron en el atestado del accidente del 5 abril de 2006, en el que murió José Carlos Hernández, de 20 años, quien viajaba de copiloto.

Hechos probados

Esa noche, Pedro Yeray y otro amigo, Aarón F., habían salido de marcha. A pesar de carecer de carnet de conducir, tras tomar una copa en un bar de Santa Coloma ambos se dirigieron en el coche de la novia de Pedro Yeray, que él mismo condujo, a Fariones. Allí estuvieron en al menos tres establecimientos de ocio nocturno donde, según el testimonio de Aarón, llegaron a consumir, como mínimo, el alcohol contenido en siete copas, además de cierta cantidad de cannabis.

Los dos amigos se encontraron con José Carlos Hernández Hernández sobre las 03:50 horas en la discoteca Tropical, y de allí, tras una pequeña discusión entre quienes luego serían víctima y presunto homicida, decidieron regresar juntos en el coche que, conducido por el ahora acusado, terminó estrellándose a la altura del Centro Comercial Costamar.

Incluso un taxista que presenció los hechos esa noche se percató de la “excesiva” velocidad con que viajaba ese Citröen Saxo instantes antes del siniestro, por lo que alertó a la Guardia Civil de Tías. Según quedó certificado durante el juicio, el vehículo rozó primero el bordillo de la acera de la derecha, luego tocó una palmera, dio varias vueltas sobre sí mismo y terminó invadiendo el carril contrario, donde casi se lleva por delante a otro taxista que tuvo que apartarse, para luego estrellarse de forma lateral, por la puerta del copiloto, contra una palmera que arrancó de cuajo y que arrastró más de 21 metros.

En este sentido, el Ayuntamiento de Tías ya ha sido indemnizado por el joven con 2.671 euros por los daños ocasionados. “A juzgar por los 27 metros de frenada de una rueda y los 17 de otra, además de la sección de la palmera, cuya base quedó incrustada dentro del coche, el coche tenía que ir demasiado rápido”, sostuvo un testigo del accidente.

Según los agentes locales, el tramo de vía donde se produjo el accidente es una curva ligera hacia la derecha que tiene bastante visibilidad, nada de peligrosidad, y en la que la velocidad máxima permitida es de 40 kilómetros por hora.

Por su parte, el acusado no se reconoció culpable en ningún momento, sólo admitió que recordaba haberse bebido una primera copa de ron, y aseguró que no se acordó en ningún momento de que el fallecido, José Carlos Hernández, viajaba con él de copiloto. Sin embargo, el testimonio de un policía local certificó que Pedro Yeray sí estaba consciente tras el fuerte impacto, y que consintió que le realizaran las pruebas de alcoholemia en el Hospital General.

Justicia

Ya han pasado casi dos años desde el día en que Pedro Yeray Méndez iba conduciendo temerariamente, sin carné y bajo el efecto del alcohol y sustancias estupefacientes, y hasta en dos ocasiones protagonizó sendos accidentes mortales que le costaron la vida a dos jóvenes de 20 años en la Isla. Este conductor homicida, como ya le han calificado los tribunales de justicia, sigue en libertad y, según los allegados de las víctimas, conduciendo. Los familiares de la víctima, eso sí, ya han sido al menos indemnizados económicamente.

La historia se repite

Pero ahí no queda la cosa. Tras la instrucción de las pertinentes diligencias policiales, y mientras se preparaban las judiciales en el Juzgado de Instrucción de Primera Instancia e Instrucción Número 5 de Arrecife, cinco meses después del accidente de abril de 2006, en concreto el pasado 19 de septiembre de 2006, el mismo joven protagonizaba otro nuevo accidente que le costaría también la vida al joven Ytamar, también de 21 años.

En aquella ocasión, según el Juzgado de lo Penal, Pedro Yeray Méndez iba haciendo trompos por la zona de Puerto Naos, en Arrecife, y terminó volcando el turismo en el que ambos viajaban, provocando otro siniestro mortal que le costó la vida al chico que también viajaba en ese momento como copiloto. Ese día, según el atestado policial y las diligencias judiciales, el acusado también iba conduciendo bajo los efectos de las drogas y el alcohol. Por supuesto, tampoco estaba en posesión del carné de conducir ni del seguro obligatorio.

El varón que se encontraba en peor estado, el joven de 21 años, falleció a causa del traumatismo craneoencefálico severo que sufrió en el violento vuelco. Tras ser trasladado por una ambulancia medicalizada del Servicio de Urgencias Canario (SUC) al Hospital General de Lanzarote, donde ingresó en estado crítico, el joven falleció. Se trataba de la segunda víctima que se cobraba el mismo conductor. Por aquellas fechas, y como consecuencia de dicho siniestro, Puertos y el Ayuntamiento de Arrecife anunciaban que controlarían más las carreras en la zona a través de nuevas cámaras de tráfico.

Esta segunda causa fue instruida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 5 de Arrecife. Sorprendentemente, esta última causa ha visto su resolución antes que la instruida por el anterior accidente, y hace pocos meses la Justicia condenaba a Pedro Yeray Méndez a dos años y medio de prisión por un homicidio imprudente. La condena, sin embargo, todavía no ha sido ejecutada porque la defensa del procesado ha presentado diversos recursos que aún están estudiándose.

Según los escritos del fiscal, el acusado cuenta con un amplio expediente delictivo y tiene también varias causas pendientes por delitos contra la salud pública.

La conducción de Pedro Yeray bajo los efectos del alcohol a 150 kilómetros por hora...
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