Tras el anuncio este jueves del director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, José Fernández, de la voluntad del Gobierno de expropiar el hotel Papagayo Arena para proceder a su derribo, el director de este polémico establecimiento, Manuel Concepción, accedió este lunes a realizar unas declaraciones a Crónicas.
En este sentido, Concepción hizo una especial referencia a la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, quien afirmó haberse enterado por la prensa de la intención de demoler este hotel.
El director del lujoso inmueble aseveró que han sido muchas las veces que la plantilla y los proveedores del establecimiento hotelero se han desayunado con el anuncio de que van a derribar el hotel, aunque esta vez el asunto se torna más preocupante debido a que ha sido la propia Dirección de Costas la protagonista de este asunto.
El director del hotel Papagayo Arena sólo piensa en realizar bien su trabajo y en “hacer felices” a los clientes que cada día se hospedan el establecimiento que dirige.
Por otro lado, también es bastante explícito con la función que verdaderamente tendría que tener el dinero que se va a invertir en la demolición del inmueble, dinero que, según él serviría para llevar a cabo empresas más necesarias para la Isla. Además del expediente de Costas, el hotel carece de licencia de apertura y funcionamiento.
-¿Cree que habría algún tipo de solución intermedia antes de que se ejecute la intención de Costas de demoler el establecimiento que dirige?
-En estas cosas soluciones intermedias no creo que haya; o lo tenemos como lo tenemos ahora y seguimos funcionando en esa línea, o si Costas lo compra será Costas quien decida lo que tiene que hacer. Nosotros, de momento, mientras estemos igual que ahora seguiremos exactamente igual, trabajando y cumpliendo con todas nuestras obligaciones, atendiendo a los clientes, creando felicidad a todos los turistas que vienen aquí y correspondiendo con todos nuestros proveedores.
-¿Qué va a pasar con los trabajadores si finalmente se produce la demolición, están garantizados sus puestos de trabajo?
-Si Costas siguiera adelante con esa idea esto todavía tardaría mucho tiempo en dilucidarse. La clave ahora mismo sobre qué es lo que va a pasar con los trabajadores no es una cosa inmediata. Supongo que ellos mismos contemplarían una solución para los daños colaterales que se producen no sólo con trabajadores sino también con proveedores, con toda la gente que de alguna manera tiene una actividad relacionada con el Papagayo Arena y que le produce un ingreso a su negocio o sencillamente a asalariados.
-¿Cuántos trabajadores hay en total?
-Somos 220 trabajadores.
-¿Existe algún tipo de tensión en el hotel por lo que pueda ocurrir?
-No, está todo muy tranquilo, aquí ya estamos acostumbrados a estar en la picota y a que de vez en cuando aparezca un bombazo de estos que sale en la prensa de cosas que van a hacer o que han hecho. Me remito a que se repasen las páginas del año pasado desde mitad de agosto en adelante hasta mitad de septiembre y ahí se encontrará de todo.
-¿Por qué ha llegado últimamente un rumor de que no se va a llevar a cabo esta última noticia, de que no se va a derribar el hotel?
-Porque la gente no se lo cree, porque todos desconfiamos de todos. Muchos son los que desconfían de que una cosa así se vaya a ejecutar porque a nadie se le puede vender una idea de que el Gobierno de España vaya a hacer una inversión cuantiosa para luego destruir algo. Normalmente los gobiernos y las políticas son creativas, son políticas que se aplican para conseguir cosas, para mejorar cosas. Con la mitad de lo que podría costar la operación de compra y demolición de este hotel se podrían convertir las Salinas del Janubio en el mejor saladal de toda Europa, bonito y visitable, y una cosa de la cual nos sentiríamos muy orgullosos, por decir algo, porque hay muchas otras cosas que se pueden decir. Entonces eso nadie se lo cree. Hay un refrán que se oye de vez en cuando que dice que `cuando la limosna es muy grande, hasta el santo desconfía'.
-¿Realmente está tan seguro de que será más difícil aplicar el remedio que soportar la enfermedad?
-No sé qué más puedo añadir, mire esta es una cuestión de esperar y ver si en realidad esto es una previsión cierta o sencillamente se trata de un blues de verano.
-¿Cómo va el asunto del recurso?
-Cuando se tramitó toda la documentación estuvimos un tiempo a la espera de respuesta; entonces el silencio se interpretó como positivo. Actualmente hay desde 2005 un contencioso con el Cabildo por el hecho de la denegación de la licencia de apertura y funcionamiento.
-¿Qué le parece el hecho de que la presidenta del Cabildo se haya enterado de todo este asunto por la prensa, tal y como reconoció a la salida del último pleno?
-Bueno, yo no tengo constancia de que haya sido así, ni de que haya sido de otra manera. Esto evidencia la cohesión del pacto que hay en el Cabildo en estos momentos, donde cada uno va a su aire y sin contar con el otro.