Foto: Dory Hernández
Este fin de semana comenzará con muy buen sabor de boca para las 600 personas que han adquirido su entrada para el espectáculo de Els Comediants, “Un boccato di cardinale”. Tres de sus miembros adelantaron este jueves algunos detalles de la actuación que se celebrará este viernes en Arrecife, y con sus explicaciones consiguieron abrir el apetito a más de uno. Como era de esperar, teniendo en cuenta la trayectoria del grupo de teatro catalán, éste no es un espectáculo al uso. Actores y espectadores están más cerca que nunca, la cuarta pared se desploma y el espacio escénico se convierte en un gran salón de banquetes en el que falsos y auténticos camareros servirán una cena muy especial que promete convertirse en una gran fiesta para los sentidos.
Las mesas de los comensales estarán dispuestas alrededor de una plataforma giratoria en la que se desarrollará parte de este espectáculo “gastro-cómico”, tal y como lo definió Jaume Bernadete, uno de los actores, quien también mostró su alegría “por volver a estar en estas tierras”. Este año la compañía cumple 35 años de historia y la ocasión merece una celebración por todo lo alto. ¿Y que mejor forma de conmemorar algo en este país que organizando una buena cena? Dicho y hecho. Jordi Cardoner, otro de los actores, confirmó que en esta ocasión también está muy presente la “marca de la casa”: la “contaminación” entre las diferentes disciplinas artísticas se traduce en una puesta en escena en la que los actores son también cantantes, bailarines, acróbatas... “el camarero que te sirve ahora la comida, después está haciendo acrobacias encima de un escenario”... la música, el circo, el teatro y la plástica se entremezclan para componer un delicioso performance íntimamente ligado al menú que degustarán los espectadores.
Jin Hua Kuan, actriz del grupo, añadió que los elementos aéreos también formarán parte del espectáculo, incluyendo la magia del trapecio para amenizar la cena. La acción, dijo, irá “in crescendo”, así como la alegría de los presentes y sus ganas de comunicarse. No hay que olvidar que se trata de una obra en la que se busca la complicidad y la participación de los espectadores. En este sentido, Jordi explicó que se manejan tres distancias con el público: desde el contacto más cercano con los actores pululando mesa por mesa, “atacamos por todos lados con ganas de sorprender a la gente”, hasta la distancia más lejana en la que la acción se desarrolla sobre el escenario convencional, pasando por una escala de muchas medias distancias.
La puesta en escena de esta singular cena no es fácil, tal y como explicaron los actores. La coordinación entre ellos y los camareros auténticos es fundamental a la hora de servir los platos y de que estos no se queden fríos. Los camareros (falsos y auténticos) realizan entradas coreografiadas para servir los platos que elaboran cocineros reales. Prepárense para disfrutar de una buena comida, mantengan despiertos todos sus sentidos, y atrévanse a vivir con intensidad una noche mágica e irrepetible.
