Los Multicines Atlántida se convertieron en el centro de solidaridad por un día. En la noche del pasado viernes la Sala Teatro de los Multicines acogió la recogida de alimentos para los más necesitados de toda Lanzarote.
El evento benéfico lo organizó la Asociación de Consumidores y Usuarios de Lanzarote (Aculanza), en colaboración con Protección Civil, Cruz Roja, la Sociedad Cooperativa de Consumidores (Cocelan) y el Área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Arrecife.
El objetivo de llenar los almacenes de la Cruz Roja para su posterior distribución entre las familias más necesitadas de la Isla se ha cumplido con creces. Los organizadores consiguieron hacer acopio de cientos de kilos de alimentos, sobre todo no perecederos, que aliviarán el nuevo año a decenas de familias en situación de precariedad de la Isla.
Por su parte, Fernando Jiménez, presidente de Aculanza, destacó que la recogida de alimentos superó las previsiones, aunque criticó que "habiendo grandes cadenas y superficies de alimentación instauradas en la Isla, ninguna de ellas aportó nada". "Cuando solicitamos un poquito de ayuda nos gustaría que colaboraran con nosotros, pues somos los consumidores los que, al fin y al cabo, mantenemos esto", dijo.
La gala
Sobre las nueve de la noche, el escenario de los Multicines vio pasar a músicos y humoristas isleños en un encuentro de artistas de la música y el humor. Actuaron varios cantantes conejeros, sobre todo del Colectivo de Amigos de José Vélez.
Los humoristas Chalo y Manolo pusieron la nota divertida a la noche. Muy muy comprometidos con la causa, hicieron gala de sus mejores interpretaciones.
Regalos para quien no tiene
Muchas fueron las personas que, de una forma desinteresada, quisieron participar en la gala benéfica.
El reparto se realiza, como todos los años, en base a un listado elaborado por los departamentos de servicios sociales de los distintos ayuntamientos. El mayor acopio se realizó con motivo de la celebración del festival de gimnasia, donde se instaló la llamada Portería Solidaria, a cuyo pie los asistentes estaban llamados a depositar los presentes. Una manera perfecta de meterle un gol a la insolidaridad.
