Los padres y madres de alumnos de Lanzarote se reunieron el pasado lunes por la tarde para reclamar medidas que solucionen los vacíos que sufren las plantillas docentes en la Isla. Quieren una solución para siempre, y no un parche que vaya tapando el problema de fondo cada año. El curso comenzó el pasado mes y a día de hoy sigue habiendo plazas “descolgadas” en algunos de los colegios de Lanzarote.
El año pasado, el 70% de los profesores que encabezaban las viejas listas renunciaron a su nombramiento y los estudiantes tuvieron que esperar meses para conocer a sus tutores o para que algunas materias comenzaran a ser impartidas. Es el problema de siempre que este año se agrava debido al aumento de alumnos que los centros educativos lanzaroteños han experimentado este año. Desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAPA) de Lanzarote aseguran que dicho sistema de nombramientos es “ilógico y caduco, un problema que arrastramos desde hace años”.
“Vamos a seguir reivindicando y exigiéndole a la Consejería de Educación que solucione este eterno problema de vacíos en la docencia”. Enma Crabrera es la presidenta de FAPA Lanzarote y, con estas palabras, resumía el objetivo número uno que une a padres y madres de Lanzarote en su lucha para conseguir un sistema educativo eficaz. Además de llevar demasiado tiempo sufriendo esta situación, están siendo testigos de cómo su voz reivindicativa es ignorada con perpetuos aplazamientos y excusas. “Le pedimos a la Administración que cambie el mecanismo y exigimos un sistema de nombramiento que sea efectivo”, aseguró para Crónicas Carmen Martínez, miembro de la APA de Haría. Como muchos de los padres de los alumnos insulares, cree que “llevamos años pidiendo lo mismo así que está claro que algo falla y, sino cambian nada, seguirá fallando el año que viene”.
Un sistema de nombramientos inútil
El proceso de asignación de profesorado sigue unos puntos estáticos que están basados en una lista de profesores que no se modifica desde hace años. Cuando a un profesor le comunican su plaza, éste cuenta con 48 para aceptarla o rechazarla. Si la rechaza, se necesitan otras 48 horas para comunicarle su plaza al siguiente de la lista y éste último tiene el mismo plazo de decisión. Así pues, no es de extrañar que ocurra lo que está sucediendo. La inmensa oleada de rechazos es consecuencia de la antigüedad de una listado que no entiende de actualizaciones. Algunas de las personas que forman parte de esa lista llevan años impartiendo en otros centros, o incluso están viviendo en el extranjero. Debido a este proceso de adjudicación, a la falta de previsión y al gran número de renuncias (entre las lógicas y las casuales), el primer mes de clases vuelve a resultar un verdadero inconveniente para estudiantes, padres, y profesores.
“Siempre están en ello, pero cada año es aún peor y los estudiantes continúan estando privados en su derecho y libertad de educación puesto que están desamparados y sin acceso al conocimiento”, aseguró Cabrera. Es por esto que no sólo reivindicaron ayer, ni la semana pasada, ni hace dos años. Es por esto que los miembros de FAPA expresaron su firme convicción de continuar reclamando medidas a la Consejería porque, como dijo la presidenta, “es la responsable en materia educativa y la que puede realizar reformas desde la base, que es lo que se necesita”.
FAPA quiere soluciones, y no más parches
Juan Cruz, como director insular de Educación, explicó para esta redacción que “no contábamos con tal cantidad de casuales renuncias que se han ido sucediendo, pero es algo sobre lo que no puede hacerse nada porque se trata de respetar el derecho de los profesores para aceptar o no la plaza que se le oferta”. Añadió que poco a poco se ha ido solucionando la problemática y que “todo ha vuelto a la normalidad”. Una normalidad que llega tarde y que tiene todas las papeletas para volver a perderse el año que viene y durante este mismo curso. Y es que cuando se produce una baja entre el profesorado, el centro vuelve a caer en el mismo círculo vicioso de espera, asignación, renuncias y más espera.
“Estamos hablando del día a día y del futuro de los alumnos”, expresó Raindo. Afirmó que las listas con las que cuenta Educación llevan años sin actualizarse cuando “creo que no es tan difícil un cambio como, por ejemplo, que las personas que integran esas listas confirmen cada año su interés en continuar en ellas o no”, subrayó Carmen Martínez. Los afectados por esta problemática ya no se conforman con los argumentos de Educación y de la Administración porque las razones que les dan hacen referencia al respeto de los derechos de los trabajadores, pero olvidan la libertad y derechos de los jóvenes estudiantes.