Fotos: Jose Curbelo.
La Federación de APAS de Lanzarote (FAPA) ha levantado la voz para reclamar a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, departamento con las competencias asignadas en esta área desde principios de la década de los noventa, la modificación del actual sistema de nombramientos y sustituciones del profesorado.
Según explicó en rueda de prensa la presidenta de la organización de padres de alumnos de la Isla, Enma Cabrera Toribio, la situación creada en base al actual método de adjudicación de los docentes así como el incumplimiento en la suplencia rápida “está generando un enorme desprestigio de la tarea educativa con la pérdida de numerosas horas de enseñanza”. De hecho, se han llegado a contabilizar cursos de enseñanza secundaria en distintos centros que han permanecido de seis a siete semanas consecutivas, es decir casi dos meses, sin un profesor asignado. Esta situación coloca al alumnado de Lanzarote en condiciones de inferioridad respecto al resto de estudiantes del Estado, ya que “no reciben el contenido de esas áreas”, denunciaron los padres.
Desde la federación de APAS se entiende que con estas medidas la calidad educativa queda “muy en entredicho”, sobre todo, “cuando muchos de los alumnos se pasan buena parte de las horas lectivas en los patios de los colegios o en las aulas sin estar debidamente atendidos”, denunció Cabrera. “La situación es tal que cabría cuestionarse si está o no dentro de la legalidad”, se interrogó la presidenta de la organización.
Los padres están preocupados especialmente por la incidencia que se vive en la etapa secundaria de la enseñanza. “La adolescencia es una edad fundamental para la formación y el desarrollo de los jóvenes, consideramos muy grave el hecho de que los alumnos en horas lectivas no estén atendidos por algún profesor”, insistió Cabrera.
No obstante, se mostró igualmente preocupada respecto a la situación de los estudiantes de educación primaria e infantil: “En primaria cuando surge una baja del profesor los alumnos siempre están atendidos por algún maestro pero, lógicamente, esto no quiere decir que no ocasione trastornos para el alumno”, sostuvo.
Aunque desde el inicio del presente curso escolar 2006-2007, en septiembre pasado, los responsables de FAPA, apoyados por todas las AMPAS de Lanzarote, se han puesto en contacto con el director insular de Educación en reiteradas ocasiones, “incluso remitiéndole escritos y firmas de protesta”, hasta la fecha no han obtenido respuestas concretas al problema, algo que agrava aún más esta circunstancia que ya se prolonga por más de seis meses. “Desde hace tiempo las madres y padres de la Isla venimos manifestando a la Consejería el grabe problemas que vienen sufriendo nuestros hijos por el nombramiento y sustituciones del profesorado pero a pesar de nuestra insistencia todavía no hemos obtenido una respuesta clara”.
Alumnos sin evaluar
Tal es el descontrol que ocasiona la falta de profesores en los centros educativos de la Isla que existen casos de alumnos que culminaron la primera etapa del curso lectivo sin evaluar. “Durante el primer trimestre hay chicos que no han podido ser calificados, alumnos que no han sido evaluados porque no han accedido a todo el contenido requerido para ello”, apuntó el presidente de la Asociación de Padres de Alumnos de la Escuela de Pesca, Luis Caraballo.
En otro orden, Caraballo lamentó que desde el traspaso de competencias en materia educativa a Canarias “la situación de esta área haya ido empeorando” en diversos aspectos y apuntó a una disminución del presupuesto designado anualmente. “En los centros de enseñanza secundaria falta a diario de dos a tres profesores. Esto supone que los chicos pasan entre dos y tres horas libres de las cinco que tendían que recibir clases”, se quejó. Al mismo tiempo aportó el escalofriante dato de que en Canarias “38 de cada cien estudiantes de secundaria” no culminan sus estudios. Y es que la falta de docentes es sólo el principio de un circulo vicioso que tiene a los alumnos como los primeros damnificados, ya que en el caso de superar el año escolar, en el siguiente curso los jóvenes descubren que no están a altura del resto de compañeros o se ven imposibilitados para seguir el ritmo del nuevo docente y optan por abandonar las aulas.
El presidente del APA de la Escuela de Pesca pidió asimismo una mejor regulación y control de los centros concertados que “no sólo no dependen de la listas de profesores sino que tampoco se exponen a la masificación de las aulas, puesto que limitan las inscripciones a su criterio”, dijo.
Búsqueda de soluciones
En nombre de todas las asociaciones de padres de alumnos de Lanzarote, Emna Cabrera Toribio, reclamó una vez más que se pongan en marcha las medidas adecuadas para solventar estas situaciones que “tantos trastornos” ocasiona a la vida escolar. Así, desde FAPA se pidió a la Consejería de Educación que se apueste por iniciativas urgentes, que “de no producirse obligaría a tomar otras acciones que empezaremos a preparar junto a las familias y el resto de organizaciones educativas y sociales”, como apunta la nota remitida al área de Educación.