“Sí se han cortado bastante los grandes adelantamientos que veíamos hace años y ahora la gente va a velocidades más limitadas para evitar que le estén parando cada dos por tres”
Si hay un grupo de conductores asociados a la pasión por la velocidad, la libertad en la carretera o incluso una idílica rebeldía son los moteros. Bajo esta premisa, da la sensación de que son los candidatos perfectos para aumentar las arcas del Estado a golpe de multa, sobre todo desde que a mediados de este año, se instaurara el nuevo carné y sin embargo, parece que está ocurriendo todo lo contrario. Mientras que los conductores de automóviles están viendo cómo les desparecen los puntos de su cuenta de puntos y el dinero de su cuenta bancaria, los motoristas están gozando de una aparente tranquilidad al respecto. Así lo afirma, al menos, Humberto Márquez, propietario de la tienda Motobici Márquez, que no cree que este gremio esté siendo controlado de una forma exagerada por parte de la Guardia Civil. De todos modos, comenta que “con todo esto, da la impresión de que tanto los que van en coche como en moto, somos ahora unos delincuentes”. Le parece bien que haya que adaptarse a los límites de velocidad pero reconoce que “otro remedio tampoco queda”.
El motorista opina que los controles se están produciendo para todo tipo de vehículo y aunque en un principio sí creyeron que podían ser el objetivo de los mismos, lo cierto es que, según Márquez, por las conversaciones que ha tenido con los clientes y moteros, no se ha producido un incremento destacado en las multas en los últimos tiempos. Dice que “es verdad que se ha notado que con los coches se está dando mucha caña”. También es cierto que muchos de los puntos que se pierden, como el provocado por no llevar el cinturón de seguridad, realizar una maniobra marcha atrás en autopistas o autovías o ir hablando por el móvil no se pueden aplicar a los moteros, con lo que las posibilidades de que se les multe disminuyen por pura lógica.
En cuanto al beneficio del carné por puntos en el día a día en las carreteras, Márquez comenta que “las estadísticas sí que dicen que se han reducido los accidentes y las muertes y sí se nota que la gente va más despacito y es posible que a largo plazo sea algo muy efectivo pero para comprobarlo hay que esperar a ver cómo van reaccionando los conductores con el paso del tiempo”.
Motos y velocidad
¿Son realmente los moteros los rebeldes que nos pintan en las películas, amantes del riesgo y de la velocidad? En opinión de Márquez, hay de todo pero “sí se han cortado bastante los grandes adelantamientos que veíamos hace años y ahora la gente va a velocidades más limitadas para evitar que le estén parando cada dos por tres”.
En cuanto al posible descenso de la venta de motos de grandes cilindradas, ante la imposibilidad de superar los 100 km/h en la Isla, el propietario de la tienda asegura que sí se ha percibido que ha bajado un poco el interés por las máquinas grandes, a favor de las pequeñas, que han aumentado su cotización con la convalidación del carné y el aumento de los problemas del tráfico o de aparcamiento.
Explica que “estamos hablando de motos de muchos caballos y no todo el mundo puede llevar una”. Dice que la gran estrella de las ventas en su establecimiento es la Kawasaki ZX10, una moto muy deportiva, con mucha cilindrada y que aunque no puede manejarla cualquiera, ahora es la número uno del mercado.
Moto para trabajar
La principal utilidad que dan los lanzaroteños a las motos es el transporte para ir a la ciudad a trabajar ya que este vehículo les permite transitar más cómodamente por las calles con problemas y el aparcamiento es menos complicado.
En cuanto a la situación de las carreteras, que el propio consejero de Obras Públicas del Cabildo de Lanzarote, Sergio Machín, reconoce deteriorada en determinados puntos, Márquez destaca de forma especial el problema con los quitamiedos. Explica que “con la nueva ley van a cambiar este tema porque es algo con lo que los motoristas llevamos conviviendo mucho tiempo y se ha demostrado que si hay una caída, con los guardaraíles, las consecuencias siempre son mucho peores”.
Afortunadamente, no se suele oír que haya muchos accidentes de moto en la Isla y el propio Márquez reconoce que “para la cantidad de máquinas que hay, tenemos que estar contentos porque aunque siempre pasa algo, no se producen demasiados conflictos en este sentido”.