Por Laura San José
Las personas que acuden a Nones suelen ser solteros que ven cómo sus amigos se van emparejando y ya no pueden contar con ellos para las vacaciones
Es triste pensar que muchas personas que ahora podrían disfrutar de unas estupendas vacaciones no lo hacen por falta de compañía. Recién divorciados, solteros o gente que no comparte los mismos días libres que su familia o amigos son algunos de los sectores que más se suelen quedar sin visitar otros países u otras comunidades por pereza o por el qué dirán.
Ahora todos estos individuos tienen la oportunidad de que las cosas cambien ya que existe una asociación pensada especialmente para ellos. Se llama Nones y su directora es Lourdes Pérez. Asegura que las estadísticas dicen que hay varios millones de personas que están solas o que se sienten solas, que no es lo mismo una cosa y otra. La cuestión es que todo el mundo necesita amigos y hay demasiados hombres y mujeres que por determinadas circunstancias de la vida no pueden contar con ellos, o al menos, no pueden encontrarlos por los cauces habituales.
Las personas que acuden a la agencia lo hacen sobre todo motivados por las bodas o emparejamientos de los amigos, con los que ya no pueden contar más que puntualmente, pero no para realizar actividades duraderas o irse de vacaciones. Dice que en el caso de los divorciados o viudos sucede algo parecido, que su entorno está formado habitualmente por matrimonios y ya no se producen los encuentros con la misma facilidad que antes.
Esta cuestión suele suponer para muchos un gran desgaste psicológico y bastante gente de la que acude a Nones lo hace después de haber pasado un periodo complicado en el plano emocional. Pérez dice, de todos modos, que hay de todo, “desde los solteros convencidos que quieren irse de crucero y no tienen con quién hasta los que llevan mucho tiempo en casa y piensan que si siguen así van a tener una depresión”. Explica también que normalmente, en función de la edad que se tenga, se pretende una cosa u otra cuando se acude a una agencia de gente sin pareja.
La soledad a los 20 y a los 60
Es totalmente distinto sentirse solo cuando se acaba de entrar en la veintena que cuando se ha superado la edad de la jubilación. Las causas y las consecuencias no tienen nada que ver. En opinión de la directora de Nones, “se nota la diferencia en que los jóvenes optan por actividades que no hacen en su vida cotidiana como practicar paracaidismo o salir de fiesta y los más mayores prefieren centrarse más en el plano afectivo, y buscan gente con la que compartir una buena conversación”. Lo que deja claro Pérez es que cada vez se nota más un incremento del sector más juvenil de la población, por lo que anima a gente de edades tempranas a que prueben la experiencia. Cuando se habla de los socios habituales, Pérez dice que hay chicos y chicas que ni siquiera han llegado a los 20 años y que en el último crucero que organizaron han contado con adolescentes que han arrastrado a su padre o madre para que también disfrute de una actividad con personas con las que va a compartir una experiencia que de otro modo no habrían podido o querido realizar.
Quiere destacar que las actividades que realizan en Nones son muy sanas y por ello puede disfrutarlas todo tipo de ciudadano. Comenta que “en este crucero, al que va mucha gente, tanto jóvenes como mayores se lo pueden pasar bien”. Eso sí, también se hacen convocatorias más restringidas y por ejemplo, a las salidas nocturnas suelen ir más los que no superan los 40 años.
Superar la timidez
Nones también tiene previsto que es lógico que una persona que llega a la asociación por primera vez pueda tener problemas por la timidez. Por ello, siempre hay presente alguien que le acompañe y pueda limar las asperezas del primer contacto. También es habitual que cuando se va a compartir una habitación, como en el caso del crucero, primero se organice un encuentro para ir viendo quiénes son las personas que tienen más afinidades y van a poder estar más a gusto juntas. Eso sí, Pérez deja claro que en estos casos, si una persona, bajo ninguna circunstancia quiere tener que dormir junto a otra, puede quedarse tranquila y no hacerlo siempre que pague ella sola la cuota del camarote doble. De todos modos, la responsable de la agencia quiere dejar claro que “siempre ponemos juntos a señoras con señoras y señores con señores; de momento, somos así”.
Todos los socios de Nones deben aportar una serie de datos para que no se cuele un casado o alguien que llegue con malas intenciones. Esto facilita el que no haya confusiones entre las personas que quedan para realizar cualquier actividad. De hecho, como comenta Pérez, “si ha habido alguna vez alguna cosilla ha sido porque alguno ha podido pensar que esto es una agencia matrimonial o algo parecido”.
En cuanto a los posibles niveles económicos de los asociados, dice la responsable que “nosotros damos mucha importancia a la cultura; por eso, la gente suele ser de un sector de la población medio alto”. Por ello habrá gente que se pueda permitir participar en todas las actividades y otros que lo harán puntualmente. Entre las profesiones más habituales entre los que acuden a Nones, Pérez cita la abogacía, el magisterio o la medicina, aunque también hay amas de casa.
En Canarias tienen unos 12 asociados permanentes pero son muchas más las personas que acuden de vez en cuando a cenas organizadas en Madrid. Entre ellos, varios lanzaroteños.
Los socios pagan una cuota anual de 180 euros. Los que no lo son deberán abonar entre un 5 y un 15% más en cualquiera de las actividades.