Cuando al artista le sobran instrumentos, la coreografía y los juegos de luz; cuando su público le observa en silencio y con la boca abierta; cuando es capaz de crear canciones que cabalgan la metáfora y la vida, es entonces cuando merece la pena acudir a su directo.
Fotos: Dory Hernández
Pedro Guerra, uno de los cantautores canarios más grandes de todos los tiempos, reapareció este martes en la capital de Lanzarote para presentar su nuevo disco, “Vidas”.
En estado puro y alternando novedades con viejas glorias, trozos de su vida con comentarios personales o críticos. Ya lo dijo en el concierto: "Cantar en Canarias es como cuando un equipo de fútbol juega en casa". No es de extrañar pues que pudiéramos ver al genio que siempre fue. Y así estuvo Guerra, dando guerra de manera tranquila desde el principio hasta el final del concierto, dejando a Arrecife anonadada y con ganas de más.
Y cuando se arrancó con “Daniela” los asistentes no contuvieron la emoción. Por tres veces el público se levantó a ovacionarle, y por tres veces tuvo que salir de nuevo a tocar pese a haber despedido el encuentro. Para terminar escogió una hermosa canción dedicada a su hijo. Confirmó lo que todos ya sabíamos, Pedro sigue y seguirá dando mucha guerra.