martes. 22.04.2025

FOTOS: DORY HERNÁNDEZ.

Los actores de Arrecife viven una situación dramática, y no precisamente en la ficción de sus obras de teatro. La realidad es que la escuela de interpretación más importante de la capital lanzaroteña, el Teatro Estudio de Arrecife (TEA), lleva dos años soportando una situación que se ha vuelto insostenible: el local en el que imparten su enseñanza no tiene baños ni agua corriente; sufren goteras, hay falta de higiene y un ambiente negativo en la entrada del edificio. Lo denunció públicamente este miércoles su director, Salvador Leal, quien estuvo arropado por sus compañeros de trabajo y un numeroso grupo de alumnos. Entre ellos había varios niños con sus padres. El dramaturgo hizo un llamamiento a la alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, y a la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, para que atendiesen sus demandas con el objetivo de poner fin a la precariedad en la que se ven obligados a trabajar. Esta redacción trató de ponerse en contacto con ambas el miércoles por la tarde para conocer su versión de los hechos, pero no fue posible dar con ellas.

El TEA depende del Consistorio capitalino, que hace dos años llegó a un acuerdo con la Sociedad de Altavista para que ésta cediese parte de sus instalaciones a la escuela. Asimismo, señaló Leal, las dos instituciones mencionadas se comprometieron a acondicionar este espacio para que el TEA pudiese seguir desarrollando en condiciones dignas su actividad. Antes estaban instalados donde se están desarrollando las obras del futuro Salón Polivalente. En un principio, reconoció el director del TEA, realizaron ciertos arreglos e instalaron suelo de madera en las dos aulas. Recientemente también se han reparado y acondicionado los baños y servicios que se encuentran en la planta baja (el TEA está en la planta superior) y que normalmente usan las personas que alquilar los salones para celebrar fiestas particulares. Los baños terminan en condiciones higiénicas deplorables después de una boda, por ejemplo, y no se limpian hasta que el salón vuelve a alquilarse, a veces quince días más tarde. “Imaginen el foco de infección que supone y el riesgo sanitario para nuestros alumnos”, se quejó Salvador Leal.

Propio de una pieza del absurdo es que cuando los operarios del Ayuntamiento iniciaron la reparación de los servicios que se encuentran en la planta alta donde se ubica el TEA, “no pudieron concluir su obra, ya que al carecer de agua no pudo comprobarse la efectividad de los mismos”, explicó Leal.

Sin agua corriente

La causa de que no haya agua corriente parece ser, apuntó Leal, “una deuda contraída por la Sociedad de Altavista con la empresa suministradora”. Por lo tanto, se ven obligados a transportar garrafas de agua para poder limpiar las instalaciones y fregar los suelos. A veces, explicó, “el Ayuntamiento ordena llenar un aljibe de limitada capacidad que se encuentra en el salón de la planta principal y al que no tenemos acceso. El agua apenas dura unos días, y para que nos podamos beneficiar de la misma la bomba debe estar conectada, pero eso no siempre ocurre y está fuera de nuestro alcance”, afirmó.

Vómitos y restos de comida en las escaleras

Leal denunció que, después de las mencionadas fiestas, la entrada del edificio y las escaleras aparecen con “vómitos, vasos y botellas con restos de bebidas, licores derramados, trozos de tarta y otros alimentos en paredes y suelos, colillas, etcétera”. Se trata de residuos de fiestas ajenas que los profesores del TEA se ven obligados a limpiar. Además, los techos tienen “abundantes goteras” que han causado “destrozos irreparables en vestuarios, decorados, atrezzos, mobiliario y material de oficina”, explicó Leal.

“Moneda de cambio” para presionar al Cabildo y al Ayuntamiento

El director de la escuela aseguró que la Junta Directiva de la Sociedad de Altavista “lleva dos años utilizando al TEA como moneda de cambio para presionar al Cabildo y al Ayuntamiento capitalino para que cumplan determinados acuerdos que tiene con ellos”. La situación empeoró cuando hace una semana dicha Junta cerró la puerta principal del edificio impidiéndoles el acceso al interior. El presidente de la Sociedad les dijo que se trataba de una “medida de presión para que el Ayuntamiento y el Cabildo cumplieran con el acuerdo que permitió al TEA instalarse allí”, explicó Leal, quien añadió que “la imposibilidad de entrar se prolongó durante varios días hasta que el Cabildo firmó un convenio con la Sociedad de Altavista”. No obstante, la Junta Directiva ha amenazado con “dejarles en la calle” si el mencionado acuerdo no se cumple rápidamente, comentó preocupado Leal. El personal del TEA no cuestiona las razones ni las actuaciones de la Junta Directiva, pero se quejan de que la solución definitiva no termina de llegar.

El Teatro Estudio de Arrecife denuncia las condiciones de precariedad a las que están...
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