Cuando todavía la Guardia Civil se esmera para tratar de encontrar su cuerpo en el fondo del mar, familiares, amigos y gente de diferentes puntos de la Isla se han acercado ya a las puertas que dan acceso a la urbanización de El Palmeral de Costa Teguise para encender velas y para ir colocando carteles en recuerdo de Romina Celeste Núñez. El primero de ellos, como captan las imágenes recogidas por este diario, con un claro mensaje de los que acudieron hasta allí de "Justicia, todos somos Romina".
Además de la solidaridad con el entorno de la víctima, piden justicia, para que se sepa de una vez que pasó realmente y para que Raúl Díaz, su presunto asesino, termine de contar realmente lo sucedido tal y como verdaderamente entienden que ocurrió en la noche del pasado 31 de diciembre.
Según ha adelantado Tele 5, la Guardia Civil vigilaba a Raúl Díaz y tenía su teléfono pinchado cuando le contó a un familiar que había matado a Romina en una discusión. Al detenerle sin embargo no confesó y dijo que la encontró muerta por sobredosis y que arrojó el cuerpo al mar. En ese momento avisaron a la familia de la joven en Paraguay.
Según explican desde Tele 5 de fuentes del caso, el mismo equipo de criminalística que encontró la sangre en la vivienda de Laura Luelmo busca indicios en la casa que compartía el matrimonio porque están convencidos de que la mató durante una discusión. Tuvo que ser el mismo día 31 diciembre después de que Romina llamara a su familia.
No volvió a llamar ni para interesarse por su hijo. Su teléfono se apagó y la familia persiguió a Raúl que no contestó durante 8 días hasta que puso la denuncia por la desaparición. 8 días en los que se deshizo del cuerpo que entienden que podría haber intentado quemar y que después descuartizó, en una de las muchas conjeturas que se barajan al no tener muy claro todavía lo que verdaderamente sucedió, tras las versiones contradictorias del detenido.
