Sólo había que mirar hacia el mar que rodea Lanzarote y La Graciosa este sábado por la mañana para darse cuenta de que el estar como un plato, el que haya tiempo de patera, iba a provocar la llegada masiva de inmigrantes cerca de nuestras costas. Y cerca porque ya ni siquiera tienen que desembarcar en una de las playas o en una de las zonas de roca habituales en el pasado y salir corriendo en la mayoría de los casos, ahora basta con que avisen que están cerca para que Salvamento Marítimo salga a buscarles y les traiga a Puerto Naos. El balance de la jornada es mucho peor de lo que se temía, nueve pateras procedentes de Marruecos que se han localizado hasta las seis de la tarde, siete ya desembarcadas y otras dos que llegarán de noche. Los servicios de atención y de seguridad vuelven a estar colapsados, en un fin de semana en el que hay muchos eventos que atender, como la Feria de Agricultura de Teguise. En una de las pateras, además, para completar el día de tensión, llegó una mujer embarazada que se puso de parto y que tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital Doctor José Molina Orosa de Arrecife.
Es lo que ha sucedido este sábado en una cadena que parece que seguirá rodando durante todo el fin de semana. El Consorcio de Seguridad y Emergencias ha informado primero de que la embarcación Concepción Artiles había salido al rescate de 110 personas procedentes de Marruecos a los que tenía intención de traer a Puerto Naos, en Arrecife, a primera hora de la mañana. Era el punto de partida para todo lo que vendría después.
Posteriormente, en los líos habituales que suele haber con las cifras cuando llegan tantas embarcaciones, se ha informado de la llegada de otras dos neumáticas, una con 54 ocupantes y otra con 30, también procedentes de Marruecos y en aparente buen estado.
El jaleo ha continuado, hasta que el gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, Enrique Espinosa, ha decidido hacer un resumen a la prensa para que se supiera que hasta las cinco de la tarde habían llegado siete embarcaciones con 383 personas a bordo, más otras dos con 109 inmigrantes ilegales que se supone que llegarían de noche a la capital lanzaroteña. Todo, como es obvio, dentro de una operación abierta.