Este miércoles amanecerá una vez más con la noticia que no es noticia, la llegada de madrugada de decenas, probablemente a lo largo del día cientos, de inmigrantes de origen subsahariano que han sido rescatados en alta mar por Salvamento Marítimo y posteriormente trasladados a Arrecife, a Puerto Naos.

Es lo que ha sucedido y lo que ha constatado este diario antes de que llegara la claridad del alba, toda vez que han sido muchas las personas que se han dirigido a la redacción de Crónicas para denunciar la situación. Ya desde primera hora de este miércoles estaba preparado en Puerto Naos todo el dispositivo habitual, con la gente de la Cruz Roja y de la Policía Nacional preparada para recibir a las personas que están atreviéndose a jugarse la vida en pleno invierno, cuando las condiciones de la mar son buenas pero las temperaturas empiezan a ser un auténtico peligro.
Salvamento Marítimo estrenaba este martes una nueva embarcación, la Urania, mucho más grande y más moderna de las dos que tenía. Estreno para la única función que cumplen, que no es otra que estar entrando y saliendo del puerto todo el día en busca de personas que se juegan la vida huyendo de todo tipo de circunstancias, en el caso de los subsaharianos que nada tienen que ver con los que vienen de Marruecos.
En esta ocasión, además, varios testigos han confirmado que han visto a alguno de los inmigrantes fuera del recinto portuario, caminando con las mantas rojas que les da Cruz Roja sin saber muy bien dónde iban.
Concretamente, Salvamento Marítimo ha informado de que esta madrugada han sido rescatadas tres embarcaciones de migración irregular con 48, 56 y 45 personas, que ya están Puerto de Naos. Guardamar Alnair posteriormente interceptaba otras dos embarcaciones, la primera de ellas con 47 personas, 5 mujeres y 2 menores de edad, en aparente buen estado de salud que llegaban a Arrecife a las 7:30 horas. La segunda neumática era encontrada con 54 personas, 7 mujeres y 2 menores, de origen subsahariano.
Además, se han proporcionado datos de que actualmente hay 300 personas en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) pero no hay problemas de capacidad debido a las derivaciones a las instalaciones situadas en San Bartolomé. Sin embargo si se está colapsado ante la gran llegada de menores inmigrantes no acompañados.