Los hechos, según explica este jueves en un comunicado de prensa la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Canarias, se desencadenaron tras una llamada al teléfono 091 comunicando la activación de una alarma antirrobo en el interior de un restaurante de la capital lanzaroteña.
Los funcionarios policiales que acudieron al lugar pudieron comprobar que el cristal de la puerta principal del establecimiento comercial se encontraba fracturado y el interior del mismo revuelto.
El propietario del establecimiento realizó una inspección percatándose de que la caja registradora, que contenía 400 euros, había sido sustraída.
Instruido el correspondiente atestado policial, el detenido fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial competente.
La intervención policial fue llevada a cabo por agentes de la Comisaría de Arrecife.