“Es un objetivo de esta Gerencia que en cuanto se aprueben los presupuestos, se empiece a trabajar inmediatamente en el parking para abrirlo cuanto antes porque somos conscientes de lo difícil que es aparcar para los trabajadores y para los pacientes y familiares”
“La obligación de la vacuna para los trabajadores del hospital no es un tema sanitario, es legal”
“La gente está desesperada por el tema del aparcamiento y ahora más todavía pero para crecer hay que sufrir estos inconvenientes”
“Tenemos el compromiso de la Consejería de que el año que viene tendremos un aparcamiento de acero preconstruido que se hace en pocos meses y podremos triplicar las plazas actuales”
El gerente del Hospital Doctor José Molina Orosa, José Luis Aparicio, comprende que la gente ya esté cansada de las restricciones impuestas por el coronavirus y que por eso, algunos estén relajando los protocolos para evitar los contagios. Sin embargo, no cree que la dejadez haya sido el motivo del aumento de los casos en Lanzarote. Entiende que estas olas son habituales en las pandemias y por eso, insiste en la necesidad de seguir con el uso de las mascarillas hasta que acabe el problema. Lo que le parece incoherente es que se pida un certificado covid para entrar en un restaurante o un teatro y no en un centro hospitalario, sobre todo, a sus trabajadores. En el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio – Cadena Cope de este viernes adelantó cómo van avanzando las obras y pidió más paciencia todavía a los ciudadanos que ya llevan muchos años aguantando la falta de plazas de aparcamiento. Lamentó que siga siendo muy complicado conseguir especialistas para la Isla pero se mostró orgulloso del certificado de Hospital Universitario, que puede ser un acicate para levantar la moral de las tropas.
- Cuando parecía que la situación del covid ya estaba controlada, se ha producido un incremento bestial de casos. ¿Qué ha pasado?
- Las epidemias y los virus son así. No creo que haya sido una cuestión de dejadez porque la gente en Lanzarote se ha portado bien y los servicios sanitarios también han hecho su parte. De hecho, a pesar de que estemos en la sexta ola, las cosas no están siendo como a principios de año. La última vez que tuvimos incidencias acumuladas similares a la actual fue el 11 de enero, a mitad de la tercera ola, que fue la que nos puso en jaque. En ese momento, en lugar de tener tres pacientes en planta, había 15, una ocupación del cincuenta por ciento. Aquel día teníamos a 4 personas en un cuarenta por ciento de la UVI ocupada y ahora no hay nadie. Esto significa que la vacuna está funcionando y está evitando que, aunque la gente se siga contagiando, enferme gravemente. El riesgo de enfermedad grave ha disminuido mucho. Es normal que la sociedad ya esté cansada y el riesgo que provoca el cansancio es que se dejen de cumplir las normas y todavía no es el momento. Están ampliando las campañas de vacunas, se están extendiendo a los niños y si los servicios sanitarios seguimos poniendo de nuestra parte, lo justo es que la población también lo haga.
- Gran Canaria, Tenerife y La Palma han subido de nivel. ¿Está justificado que Lanzarote no lo haya hecho?
- Nos ha pasado justo al contrario que la vez anterior. Los indicadores están empeorando un poquito pero la presión hospitalaria y en UVI presenta muy buenos datos así que vamos a tocar madera. Esto ha motivado a los responsables de determinar los niveles de cada isla seguir expectantes en cuanto a nuestro nivel 1.
- ¿Cómo está yendo la vacunación en Lanzarote de los niños de 1 a 5 años?
- Muy bien. Tenemos la ventaja de que los niños están acostumbrados a las vacunas y los padres están acostumbrados a vacunar a sus hijos. Están muy mentalizados. Hemos vacunado a unos 700 niños y la población diana que queremos vacunas es de 9.000. Esperamos acabar de vacunar a todos los niños sobre el 15 de enero o un poquito antes. También dependerá del número de vacunas que vayan llegando y pasará lo mismo que con la vacunación de los adultos, que al principio irá un poco más lento y luego ya cogimos velocidad de crucero.
- ¿Ya tienen prevista la tercera dosis para la gente de 40 y 50 años?
- Aquí somos unos mandados. En cuanto la Consejería de Sanidad nos dé la orden, nosotros lo haremos. Primaria ya se está preparando por si hubiera que vacunar de repente a todo el mundo de nuevo.
- Después de que usted reconociera en Crónicas que había personal sanitario que no se había vacunado, surgió un brote en el Hospital. El vicepresidente del Gobierno, Román Rodríguez, ha dicho que hay que articular alguna medida al respecto. ¿Es viable?
- Hay otras cosas que parecían imposible y se han llevado a cabo; por ejemplo, la solicitud obligatoria del calendario vacunal en establecimientos hoteleros. Es un tema más legal que científico o sanitario. A mí me parece un poco incoherente obligarle a la gente a presentar un certificado covid para entrar en un teatro o un bar y no para entrar a un hospital, sobre todo a los empleados. Es incoherente desde el punto de vista científico o ideológico pero el problema no es sanitario; es legal. Hay que buscar la fórmula para lograrlo porque es algo obvio.
- ¿Cómo va la obra del nuevo edificio del hospital?
- Va muy bien. Desde que se quitó el anterior parking, ya se empezaron a fabricar piezas en la península. Es un edificio que no se construye de forma tradicional con hormigón y bloque sino que es un enorme puzle y mecano de piezas de acero prefabricadas. Con esto se consigue que un edificio que se tardaría en construir un año y medio, se haga en seis meses. Este jueves tuvimos una reunión de coordinación, hablamos periódicamente con la constructora, los ingenieros, los arquitectos y la Consejería y nos informaron de que sigue en pie el objetivo de tenerlo abierto en mayo. Aquí gran parte de la construcción es invisible, no se va viendo cómo en los que se hace bloque a bloque, porque se está haciendo en otro sitio. Las primeras piezas llegarán dentro de un mes aproximadamente y después es fulminante, en tres días tienes un piso, y en tres días más otro. Por eso, antes de abril o mayo debería estar terminado.
- Lo que está aprendiendo de obras…
- La verdad es que sí. Siempre me ha gustado pero mira tú por dónde lo estoy aprendiendo ahora.
- Otro reto es mejorar las plazas de aparcamiento. ¿Qué puede decir sobre esto?
- Tenemos el compromiso de la Consejería de que el año que viene construyamos un aparcamiento nuevo donde ahora está el aparcamiento del personal. Tiene que hacerse de forma rápida porque mientras se construye ese nuevo aparcamiento se elimina el que está. Será un aparcamiento de acero preconstruido que se hace en pocos meses y podremos triplicar las plazas actuales. Así, el parking que hubo que sacrificar para construir el edificio, lo superamos. La gente está desesperada y siempre ha sido así y ahora obviamente más pero hay que tener paciencia porque no se puede crecer sin tener que sufrir previamente estos inconvenientes. La Consejería no me ha dado una fecha para la licitación del parking, primero tenemos que esperar a que se apruebe el presupuesto, pero es un objetivo de esta Gerencia que en cuanto se aprueben los presupuestos, se empiece a trabajar inmediatamente en el parking para abrirlo cuanto antes porque somos conscientes de lo difícil que es aparcar para los trabajadores y para los pacientes y familiares.
- Milagros tampoco se pueden hacer y el espacio que hay es el que hay…
- El espacio es enorme, con dos plantas más la planta baja, y espero que el problema del aparcamiento quede solucionado.
- Ha conseguido que declaren al centro “Hospital Universitario”. ¿Qué implica esto?
- Es un reconocimiento porque debes cumplir unos criterios previos que tienes que conseguir antes de infraestructuras, dotaciones humanas y medios materiales para poder impartir docencia o hacer investigación. Nosotros estamos formando a enfermeros desde hace treinta años y matronas desde hace un par de décadas; también médicos de familia, geriatras y ahora nos hemos acreditado para impartir las especialidades de pediatría, medicina interna, traumatología y lo intentaremos con psiquiatría y cirugía. También supone el compromiso de mantener la capacidad y no bajar la guardia. Tenemos una unidad de formación muy activa y siempre está planeando cursos y nuevas actividades. La gente se sorprendería. Pasa lo mismo que con la investigación, que es algo que queremos mejorar porque de momento, nuestros compañeros lo están haciendo un poco por amor al arte. No hay una estructura que potencie y ayude a quien quiera investigar. Ese es otro objetivo para el año que viene. Este hospital siempre ha tenido ese complejillo frente a otros hospitales pero eso nos anima a subir la moral de las tropas.
- Román Rodríguez, que además de político es médico, reconoció el problema de falta de médicos en Lanzarote y Fuerteventura y dijo que un poquito en Gran Canaria y Tenerife. Dice que la solución es invertir más dinero, la promoción y la formación, pero que es algo que no se va a poder resolver a corto plazo…
- Toda España en general tiene un problema con la falta de médicos pero es especialmente duro en las islas no capitalinas. Un servicio cualquiera en el Negrín puede tener a diez personas y aquí son dos o tres. Si una falta, te quedas con el cincuenta por ciento de la plantilla y eso significa que se ve al cincuenta por ciento de los pacientes, consultas o cirugías. Eso es un palo directo a la rueda de la lista de espera. Por otro lado, aunque en la nómina tenemos un complemento por vivir en las islas periféricas, no es suficiente para atraer a nadie y si viene la gente, lo hace por otros motivos y luego hace falta que se queden. Estamos buscando especialistas como locos desde hace mucho tiempo pero todo el mundo sabe que es muy difícil en áreas como oncología. No nos queda otra a veces que compartir especialistas con Fuerteventura o con hospitales grandes pero claro, cuando esos hospitales también tienen déficits, no pueden compartir lo que no tienen. Otro de los objetivos de tener residentes aquí es que nos sirve de cantera y algunos se quedan aquí como especialistas. Así podemos ir renovando al personal que se jubila.