martes. 22.04.2025

“Los tests quitan miedo pero a mí, como gestor, lo que me interesa saber es si tenemos controlada a la gente que entra y sale de La Graciosa”

“Aunque la sensación de muchos compañeros es que habrían querido una mayor protección, aquí fueron bien suministrados los EPIs y nunca nos quedamos sin ellos”

“En Madrid muchos trabajadores se pusieron de baja por estrés y en Lanzarote no ha ocurrido

El gerente del Hospital Doctor José Molina Orosa de Arrecife, José Luis Aparicio, es optimista en cuanto al tránsito de Lanzarote de la Fase 0 a la 1 de la desescalada, gracias a los buenos datos que se están registrando en la Isla. En el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio – Cadena Cope de este martes dijo que si no había ningún brote, en medio mes podríamos estar hablando de una población libre de coronavirus. Se volvió a mostrar orgulloso del trabajo realizado por el personal sanitario e insistió en que siguieron todos los criterios técnicos para protegerles. Explicó la importancia de controlar a la gente que entra y sale de La Graciosa más que la realización de pruebas en la Octava Isla, aunque matizó que se sigue valorando la posibilidad de llevarlas a cabo. Por último, en un amplio repaso de lo que ha sucedido desde el punto de vista sanitario en las últimas semanas, contó que ente este martes y el miércoles se terminarían de hacer los tests en las residencias insulares de mayores.

- Está teniendo que trabajar de lunes a domingo y además, aguantar a la prensa de la Isla todos los días…

- Sí, he descubierto que los periodistas también trabajan y madrugan mucho. Está siendo un descubrimiento para mí lo incansable que es la prensa de Lanzarote.

- ¿No nos pasamos de pesados?

- No, siempre me hacen preguntas lógicas y coherentes. No me resulta nada pesado.

- Llevamos varios días con una estabilidad casi total en los datos de contagios. Hemos entrado en una senda realmente buena…

- Sí; llevamos unos cuantos días estancados en las cifras porque las altas hospitalarias son más altas, más laboriosas. Espero que los próximos días se produzcan unas cuantas porque los pacientes ya han cumplido con el tiempo de hospital que necesitan. Viendo la tendencia, de aquí a 15 días, si no surgen brotes, no quedará ningún activo en la Isla.

- ¿Hasta qué punto nos ha beneficiado el hecho de ser una isla?

- Mucho. Aquí lo tenemos mucho más fácil que en la península porque se puede controlar el puerto y el aeropuerto. Nuestra población también es responsable, en general, y eso ayuda.

- ¿Le parece bien que Lanzarote no haya entrado directamente en la fase 1 como La Graciosa?

- Pasar de una fase a otra se hace en función de una serie de criterios. Hay una tabla de indicadores y todas las comunidades tienen que ceñirse a ella. Esa tabla habla de número de contagios, casos en la UVI, que prácticamente cumplimos; de temas de movilidad, de controles en los aeropuertos y puertos, que también se han cumplido. El pase de Lanzarote de la fase 0 a la 1 es inminente; probablemente, el próximo lunes.

- ¿Cree que en Lanzarote las cosas se han hecho bien?

- Sí. Fuimos previsores y eso nos ayudó mucho. Que el problema surgiera en Madrid dos semanas antes fue una ventaja porque nos pudimos anticipar. Si veíamos que allí se quedaban sin EPIs, inmediatamente iniciábamos una campaña de racionalización de EPIs,; si veíamos que allí había bajas de personal por enfermedad, aquí controlábamos las bajas. Lo cierto es que en Madrid hubo problemas que aquí no sucedieron porque allí muchísimos trabajadores se pusieron de baja por estrés y aquí no ocurrido. Aunque la sensación de muchos compañeros es que habrían querido una mayor protección, aquí fueron bien suministrados los EPIs y nunca nos quedamos sin ellos. Está claro que cuanta mayor protección mejor, pero según los criterios técnicos, nunca hubo desprotección y se ve en los datos de infección entre compañeros.

- Usted ha alabado desde el primer momento el comportamiento del personal sanitario…

- Absolutamente. Casi todos los que estamos metidos en el mundo sanitario lo hacemos por vocación y es en estos casos cuando más aflora. En Atención Primaria llevan desde el jueves tratando muestras para el Ministerio y no han tenido problema en ir en día de fiesta o domingo, aunque en principio no estuviera planeado así. Nos acercamos a saludar y ver cómo estaban y el ambiente era excepcional. También ha habido casos de trabajadores jubilados que se acercaron para decirnos que contáramos con ellos si hacía falta. El personal de la UVI ha hecho muchísimas horas y se han portado de forma espectacular.

- ¿Hay previsión a corto plazo de hacer pruebas en La Graciosa?

- Es algo que se está volviendo a revalorar y ya lo hemos hecho varias veces. Lo que sucede es que no me han informado de si realmente se van a realizar o no.

- ¿Por qué hay esa duda?

- El problema inicial es que La Graciosa no estaba dentro del plan nacional. Como es una isla muy pequeña, aparte de que no aportaban nada a ese plan nacional, los resultados no eran fácilmente valorables y podían distorsionar los datos globales. Se está planeando hacerlo en paralelo, como un estudio local. Ahora estamos viendo cómo se podría hacer y qué utilidad podría aportar porque hay que tener en cuenta que los tests arrojan tranquilidad y quitan miedo pero a mí como gestor lo que me interesa saber es si tenemos controlada a la gente que entra y sale de La Graciosa, porque ahí estaría el peligro si son contagiosos. El problema es que eso no lo dicen los tests; lo dicen las PCR y esa prueba es imposible a pie de barco porque los laboratorios tardan cuatro o cinco horas en dar los resultados y hay muy pocos capaces de hacerlo, aunque nosotros tenemos la suerte de ser uno de ellos. A fecha de hoy, eso es impracticable. Por eso, se está controlando quién entra y se pregunta el motivo porque no se puede ir de turismo ahora mismo a La Graciosa.

- El alcalde de Tinajo se ha quejado de que en la residencia de su municipio no se han hecho las pruebas. ¿Cómo está la situación actual de las residencias de la Isla?

- Nos quedan dos residencias que se harán entre hoy y mañana. Nosotros queríamos acabar con las residencias antes. El problema es que hemos tenido que atender también a otros gremios pero las circunstancias nos han hecho trabajar en paralelo con los trabajadores y las residencias. También se tuvieron que hacer las muestras del Ministerio, que aunque son recogidas por otro equipo, van al mismo laboratorio.

- Tras diez días sin nuevos positivos, ¿entiende que la gente esté con la sensación de que se puede bajar la guardia?

- No puede bajarse la guardia hasta que el último paciente sea dado de alta y estemos unos días sin ningún positivo. Esto es como un partido de fútbol y hasta que el árbitro no toca el fin, te pueden meter un gol. Es fácil bajar la guardia porque los datos son buenos y el cansancio hace mella pero hay que ser precavido hasta el final. De hecho, ya estamos trabajando en previsión de que llegue otra oleada.

- ¿Cree que lo va a haber?

- Los expertos hablan de que podría volver aunque no pueden asegurar la fecha. Algunos hablan de julio y otros de noviembre.

- ¿Llegará la vacuna?

- Espero que sí. Yo sólo sé lo que leo en la prensa porque tampoco me llega la información de los grandes centros de investigación. Se habla de final de año pero no tengo información directa.

“Viendo la tendencia, de aquí a 15 días, si no surgen brotes, no quedará ningún activo...
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