martes. 22.04.2025
Segundo Rodríguez, ex secretario general del PSOE en Lanzarote

“Jerónimo ha sido el hombre más importante que ha tenido Canarias y hasta me atrevería a decir de todos los tiempos”

“Siempre le digo a la gente del PSOE si no les da vergüenza cómo está el partido en Lanzarote. Loli se tiene que marchar. Así lo digo. Tiene que presentar la dimisión”

Segundo Rodríguez con Jerónimo Saavedra en la antigua sede del PSOE.
Segundo Rodríguez con Jerónimo Saavedra en la antigua sede del PSOE.

“El PSOE lo están desarmando desde dentro y lo está permitiendo un montón de gente. No puedo entender que no se levanten las bases. A mí me presentaron, por lo menos, una moción de censura y no sé cuántas cosas y eso que en aquel momento funcionaba el partido”

“Mira cómo está el PSOE ahora, derrotado como los ejércitos, maltrecho y malherido y hasta herido. ¡Qué pena!”

Profundamente emocionado, el que fuera uno de los líderes del Partido Socialista (PSOE) de Lanzarote, su ex secretario general, Segundo Rodríguez, dijo en el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio de este miércoles que no hay palabras para describir a Jerónimo Saavedra, el “hombre más importante que ha tenido Canarias en todos los tiempos”. Sí pudo destacar que fue un hombre completo, que vivió y siempre fue libre. Recordó muchas de sus anécdotas compartidas pero también tuvo unos minutos para lamentar en lo que se ha convertido la formación política que ambos compartieron y a la que le cuesta reconocer hoy en Lanzarote.

Segundo Rodríguez, Jerónimo Saavedra y Enrique Pérez Parrilla.
Segundo Rodríguez, Jerónimo Saavedra y Enrique Pérez Parrilla.

- Este martes fue un día triste por la muerte de un amigo.

- (Se emociona mucho) Te oigo desde muy temprano y la verdad es que oyendo tu propia intervención y la de todas las personas que has llamado, se me vienen a la mente unas palabras de Antonio López Suárez y estoy muy emocionado. Son “Mis palabras nacen muertas” porque hablar de Jerónimo es hablar del hombre más importante que ha tenido Canarias y hasta me atrevería a decir en todos los tiempos. Estamos hablando de un señor, como político, como persona, como un hombre bueno y culto; alguien sabio. Era un hombre completo y vivió y fue siempre un hombre libre. Decías tú esta mañana que no tuvo ningún problema en salir del armario y a Jerónimo el pueblo de Canarias lo miró normal; no hubo malos pensamientos o palabras en ese sentido. Fue un señor grande y un amigo, un compañero. Estoy muy triste.

- Era muy amigo suyo y de otra persona también muy importante en Lanzarote, Agustín Acosta, entre otros. ¿Cómo surge la amistad entre ambos?

- Me vienen dos personas a la mente; a uno no te lo he oído citar y probablemente era el mejor amigo que tenía en Lanzarote, Agustín Torres, que también ha desaparecido, y de Agustín Acosta. Otros dos personajes increíbles. Yo creo que a mí me presentó a Jerónimo Agustín Torres y luego ya empecé a coincidir con él en alguna ejecutiva regional en las que empezamos a conocernos más. Era un curioso tremendo y a mí me gustaba mucho salir así que siempre me preguntaba dónde había ido, dónde había comido, qué había hecho…

- También era un disfrutón...

- Y Agustín Acosta igual. Además, Agustín tenía el apoyo de Isabelita, que le quería a Agustín como si fuera el hijo que no tuvo. Me acuerdo que en una ocasión, Jerónimo vino a Lanzarote y le dije que le iba a llevar a comer a un sitio, que no era un lugar de lujo pero que iba a comer bien, y me preguntó a qué antro le iba a llevar. El antro no era ningún antro, era un bar que tenía muy buena carne y fuimos al Mandingo. Fuimos un grupo de diez o doce personas del partido y me dijo que le habían puesto las mejores papas fritas que se había comido en su vida y cada vez que venía a Lanzarote me preguntaba si todavía estaba abierto. Le gustaba comer bien y disfrutar de la vida.

- Y tenía tiempo para aprovechar el tiempo porque viendo su currículum, parece mentira que pudiera haber hecho tantas cosas. Salvo Delegado del Gobierno, ocupó el resto de cargos importantes.

- Todos. Incluso pudo haberse resistido a ser Delegado del Gobierno pero fue de todo, desde concejal, alcalde, ministro… Yo creo que no quiso ser nada más.

- Además, fue catedrático, doctor en Derecho, un masón…

- Y tuvo tiempo de asistir a todos los conciertos que había porque era un melómano increíble y, además, como tú decías esta mañana, escuchaba a todo el mundo. Me acuerdo de una comisión ejecutiva en Las Palmas en la que estábamos hablando del nacimiento de la Autonomía y había una discusión que empezamos a las siete de la tarde, fuimos a cenar a las nueve de la noche y aquello seguía y a las doce de la noche seguíamos y Jerónimo, escuchando, con la pierna mal que tenía encima de una silla y a las dos y media de la madrugada dijo… esto es así. Nos quedamos todos mirando diciendo que por qué no había dicho eso a las nueve de la noche porque él gozaba con eso.

- Y la gente le obedecía.

- Y le respetaba. Fue una persona muy respetada no sólo en los ambientes políticos de Canarias sino que también en la península y en el pueblo. En Las Palmas es alguien reconocido por todo el mundo el valor político que ha tenido, personal, como enseñante… Es difícil decir algo malo de él.

- Era un hombre nada sectario, atendía a todos los medios pero era contundente cuando tenía que serlo.

- Sí. Era duro como una piedra. Una vez estaba discutiendo algo relacionado con Lanzarote y con las islas menores con Casimiro para decir que teníamos que votar en contra de eso. Casimiro fue y se lo contó a Jerónimo antes de tener la reunión, que es lo que yo le había pedido, y cuando nos sentamos en la mesa me preguntó si yo no tenía nada que decir al respecto porque parecía que quería hacer un pequeño levantamiento (risas)… pero él lo olvidaba enseguida. Era tremendo. Hay personas como Agustín, Enrique o Jerónimo con las que yo he vivido mucho y me pongo muy sensible por su pérdida. Enrique era distinto con Jerónimo porque era más serio que Agustín y que yo. Enrique lo trataba con más respeto pero mira a dónde hemos llegado.

- ¿A qué se refiere?

- A como está el PSOE ahora, derrotado como los ejércitos, maltrecho y malherido y hasta herido. ¡Qué pena!

- Pero tiene solución.

- Claro que la tiene. Yo ya no milito, soy un simpatizante, pero siempre le digo a la gente del PSOE si no les da vergüenza. Loli se tiene que marchar. Así lo digo. Tiene que presentar la dimisión o vamos a seguir con la parrandola esta.

- ¿Lo dice por la gente que dirige el partido desde fuera?

- Yo creo que no los dirigen desde fuera; lo están desarmando desde dentro y lo está permitiendo un montón de gente. No puedo entender que no se levanten las bases. A mí me presentaron, por lo menos, una moción de censura y no sé cuántas cosas y eso que en aquel momento funcionaba el partido.

- Hace unos días hablábamos en este programa con Miguel Ángel Leal, otra persona como usted con la que se ha cometido muchas injusticias, y dijo lo mismo, que antes era un partido vivo pero ahora parece que está muerto por dentro.

- Nos inventábamos cosas para reunir a la gente cada mes o cada mes y medio. En mi época de secretario general el partido se reunía en un almuerzo para tener al partido vivo. Yo me iba a la sede después de salir del Cabildo a las tres de la tarde y estaba hasta las ocho o las nueve de la noche todos los días y conmigo Guillermo y otro montón de gente. Hay que reunir al partido y explicarle las cosas a la gente porque la política que se lleva en las instituciones públicas tiene que ir marcada por la línea política del partido. Hacerlo de otra manera es el disparate que está ocurriendo.

- ¿Usted cree que hay gente dentro del partido que quiere ese cambio?

- Yo creo que hace falta alguien que lo mueva y creo que si te reúnes con los secretarios generales y vas por los pueblos, la situación tiene remedio y el partido podría volver por su cauce a lo que fue el PSOE. Ha habido una dejadez completa. Hemos tenido una sede en el centro de Arrecife comprada en muchos casos con el dinero de los militantes que tenían cargos públicos y resulta que se han metido en todos los cuchitriles que han encontrado en Arrecife, aunque parece que ahora por fin están en un local que parece que está bien, todo por no arreglar la casa del partido, con todo el poder. No lo puedo entender. Hasta a los que han gobernando les tenía que dar vergüenza ver cómo está la casa. Pero mejor terminamos hablando del homenajeado. Hace unos días me encontré con Oswaldo y me dijo que Jerónimo le había preguntado por mí y le dijo que cuando yo fuera a Las Palmas iría a verle pero no ha habido tiempo.

“Jerónimo ha sido el hombre más importante que ha tenido Canarias y hasta me atrevería...
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