Familiares y amigos de una niña de 8 años que vive en el pueblo costero de La Santa, en el municipio de Tinajo, han denunciado este lunes en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-COPE Lanzarote el calvario que le han hecho pasar durante el fin de semana en teoría por aplicar diferentes protocolos que tienen que ver con el coronavirus.
La niña comenzó el viernes a sentirse mal, con notable fatiga. En seguida su madre se dio cuenta de que tenía un sarpullido tanto en el pecho como en la espalda y parte de la cara. Como es lógico, el sábado acudió de inmediato a un vecino que tiene coche y que amablemente las llevó y las acompañó a las dos hasta el centro de salud que tienen asignado, el de Tías.
Para su asombro, según detalló la persona que hizo de conductor del vehículo, Cristóbal Olivero, en el centro de salud de Tías vieron a la niña y les dijeron que no podían hacer pruebas porque sólo estaban como consultorio, que estaban sujetos a un protocolo del ya conocido mundialmente COVID-19, y que si lo estimaban oportuno fueran para su casa para ver cómo evolucionaba o que directamente acudieran al hospital Doctor José Molina Orosa de Arrecife. “Es verdad que en ese momento no tenía fiebre y dijeron que con el protocolo del COVID-19 no se hacían pruebas. No lo entendimos, la verdad, pero parece que es así”, indicó.
Como habría hecho cualquiera, viendo que la niña se encontraba muy mal y además le apareció la fiebre, comprobando sobre todo que las manchas habían aumentado notablemente, acudieron al día siguiente, el domingo, al hospital de la capital de Lanzarote, al servicio de Urgencias. Allí, también para su asombro, les dijo un doctor de guardia que no le podían hacer pruebas tampoco porque estaban con el protocolo del coronavirus. “Ya el domingo por la mañana tenía fiebre alta. Yo la llevé al hospital, entró con la madre, la atendió el médico fuera, porque les atienden fuera del hospital también por el protocolo del coronavirus”, apuntó.
Lo peor, según contó Olivero, fue que le hicieron esperar a la niña en la carpa que han improvisado a la entrada de Urgencias como consecuencia de la acción del coronavirus, colocando un par de sillas donde estuvo la pobre tumbada esperando para ver qué decidían. “La niña estaba cansada y se quedó dormida en la carpa. El médico se negó a tratarla por la mañana y apuntó a que podía ser una intoxicación. No lo entendimos”, insistió. “El ruido como consecuencia del viento que había ese día era terrible y hacía mucho calor dentro, aunque la niña no se quejaba, estaba tan cansada y tan mal que se quedó allí acurrucada esperando”, aseveró.
El médico de guardia mandó a la niña de nuevo a casa. Para no ir a La Santa, la llevaron a una casa de unos familiares en Arrecife, donde permaneció hasta que se dieron cuenta de que lejos de ir a mejor la situación iba a peor, de ahí que, con buen criterio, decidieran de nuevo llevarla al hospital. “En esta segunda vez el médico, que era el mismo, fue más amable y aplicó más el sentido común. Le hicieron todo tipo de pruebas a la niña y finalmente determinaron que tenía una infección en la sangre, para lo que le dieron tratamiento. Lo curioso es que en lugar de internarla para hacerle un seguimiento, la mandaron otra vez para casa, alegando que con el tema del coronavirus era mejor que no estuviera en el hospital”, manifestó Olivero. “Me extraña que con tres enfermos que dicen que tienen con coronavirus tuvieran tantas precauciones. Incluso el médico confundió el tema, pensando que la madre quería que le hicieran pruebas del coronavirus, cuando no era así, sólo quería saber qué tenía su hija”, añadió más alterado. “Nos dijeron que en situación normal, la niña tendría que estar ingresada, pero que en las circunstancias en las que estamos era mejor que se fuera para casa”, detalló.
Por suerte, según ha narrado este lunes, la niña acabó el domingo en mejor situación y parece que va evolucionando favorablemente. “Por mucho estado de alarma en el que nos encontremos, por muchos protolocos que apliquen, sean lógicos o no, lo que han hecho con ella no es normal”, subrayó el vecino visiblemente molesto.
Este mismo lunes, además, les han llamado desde el hospital para anunciarles que la niña ha dado negativo en la prueba del coronavirus, que según les explicaron se la hicieron también para descartarla y por alguno de los síntomas que presentó al acudir al centro. Como se encontraba peor según ha ido avanzando el día, han tenido que volver para buscar otro tipo de tratamiento o de respuesta.