martes. 22.04.2025

"Es un proyecto que hacemos en una galería en el centro de Madrid que es hablar de esas influencias culturales de África hacia Canarias y de Canarias a Europa de alguna forma"

"Cuando empecé a darme cuenta de que quería hablar a través de mis propias manos era con el diablete de Teguise"

"Desde hace como 10 años el Cabildo y los técnicos de Cultura han ido trabajando de una forma muy inteligente"

"Lanzarote se escucha en Madrid, cuando son las semanas de la feria aquí hay muchos lanzaroteños y canarios que exponen en Madrid y se dejan escuchar porque lo que traen es muy bueno y de mucha calidad"

"Si quitaron las esculturas de Jason DeCaires por una cuestión política lo veo más derivado a esas intenciones de lo político en cuanto a unas necesidades u otras. Si es una cuestión popular, lo entiendo; cuando colocamos esculturas públicas colocamos muebles para los demás y muchas veces lo hacemos sin llegar a la gran mayoría de los habitantes"

El escultor lanzaroteño y profesor de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, Rigoberto Camacho, ha señalado este martes en el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio que más allá de la figura histórica y claramente referencial de César Manrique hay más artistas de éxito procedentes de Lanzarote que cada vez son más oídos y valorados en lugares tan importantes como Madrid. El escultor, que inaugura este jueves en Madrid una exposición bajo el título de "Arqueología del presente", exposición que se podrá ver en una sala de la calle Santa María hasta el próximo 25 de noviembre, habla de la conexión entre Canarias y Europa también en el arte. En un diálogo abierto en el programa que dirige y presenta el periodista Alfonso Canales aborda, sin ganas de cruzar ningún charco, en asuntos como la figura de César Manrique o la polémica que se ha producido en su isla por la retirada de las esculturas de Jason Decaires, actualmente cogiendo polvo o suciedad en un almacén. 

- ¿Cree que exagero cuando digo que es el mejor escultor que tiene Lanzarote en estos momentos?

- Creo que sí exagera (Risas). Hay más artistas por ahí que son muy buenos; hay que decir que como muchas veces comento los artistas canarios y en especial de Lanzarote se hacen notar mucho por aquí en Madrid. Aparte de que trabajen por ahí, como suelen hacer algún proyecto por Madrid, siempre se hacen notar. 

- El arte es muy subjetivo porque uno puede pensar que una obra de Antonio López es una obra maestra del hiperrealismo pero otro puede pensar que es mejor Miró, ¿no?

- Sí. Bueno, como sabrás, soy profesor y doy clase en la universidad y tenemos que dominar todo tipo de estilos. A Antonio López tenemos la fortuna de conocerlo muy bien y seguimos siempre sus pasos a la hora de la enseñanza. De hecho, él suele ir de vez en cuando allí a hacer algún proyecto con los alumnos. 

- Está usted además a punto de inaugurar una nueva exposición que se llama “Arqueología del Presente”. ¿En qué consiste, por qué ese nombre?

- Es un proyecto que hacemos en una galería en el centro de Madrid, es comisariado por Adonay Bermúdez que también lo conocerán porque es un comisario independiente de Lanzarote. Y hemos formado un proyecto que es hablar de esas influencias culturales de África hacia Canarias y de Canarias a Europa de alguna forma. 

- Son influencias de todo tipo, ¿no?

- Sí, son muchas influencias. Aquí hemos trabajado desde toda esa parte de África Occidental a través de las tribus sobre todo utilizando imágenes de máscaras que ellos emplean para ritos e iniciaciones de joven a mayor y cualquier otra obra que tenga que ver con el desarrollo del día a día de cada tribu. Las hemos traído aquí a Madrid, hemos hecho una combinación con influencias también africanas a través de la cerámica. 

- Eso se podrá ver hasta noviembre en Madrid, ¿no?

- Sí, se va a ver hasta noviembre, que va a estar abierta la galería hasta el día 21. Está todo el mundo invitado si quieren ver un pedacito de Canarias podrán verlo aquí a través de la escultura. Son varias esculturas y también hay una especie de montaje de dibujos traslúcidos que yo los trabajo un poco y estoy contento de estar participando aquí. 

- La galería está en la calle Santa María número 37. Para la gente que vaya a Madrid y se quiera orientar, ¿dónde está concretamente?

- Eso está en el Barrio de las Letras, muy cerquita del Congreso de los Diputados. 

- Es una buena zona, ¿no?

- (Se ríe de nuevo) Sí, es bastante buena zona. 

- Aparte de lo que traen de África, ¿hay alguna obra suya para exponer allí? 

- No, lo que se exponen son imágenes que yo utilizo referenciales de África; yo las trabajo y digamos que las diseño. Son esculturas mías todas lo que pasa que tiro de imagen cultural de África, trabajo con esas imágenes y yo desarrollo mis propias piezas. Cuando digo traemos hablo en plural porque es un proyecto conjunto que va desde mi ayudante que trabaja conmigo aquí en el estudio de Adonay hasta todos los que han hecho posible el proyecto expositivo. Siempre trabajo este tipo de proyectos como algo plural, no lo hago como un artista hiperindependiente y que desarrolla su propia obra. Es mi propia obra pero luego trabajada con mucha más gente formando el espacio, el concepto, la forma de ubicar las piezas, por lo que es un trabajo en conjunto. 

- Usted en Lanzarote ha trabajado y mucho, es profeta en su tierra, ¿no?

- Sí, ahí sí tengo que decir que yo más que nadie. He trabajado muchísimo sobre todo para el municipio de Teguise, pero obras públicas tengo en Arrecife, San Bartolomé o en Haría. No puedo decir que nunca me han dejado de querer en Lanzarote, así que estoy muy agradecido. Estoy en Madrid gracias también a cómo me apoyan allí en Lanzarote y necesito seguir trabajando en la Isla para poder seguir trabajando en Madrid. Más que nada para tener una forma de hacer bastante fresca y con esa influencia. 

- De las obras que ha hecho en Lanzarote, ¿de cuál se siente más orgulloso? 

- Con la del Diablete de Teguise sin duda, que fue la primera. Cuando empecé a darme cuenta de que quería hablar a través de mis propias manos fue con el Diablete. Cuando era pequeño iba por los barrancos cogiendo barro y modelaba esas caretas y las hacía para mis amigos. Hacer la escultura del Diablete fue como empezar en algo que ya había empezado; estoy muy agradecido de que me dieran la oportunidad de empezar por ahí. Escultura que como acabado técnico visual también me pueden interesar puede ser el Tonelero que está en San Bartolomé o el de Dorotea que ha sido la última que se ha inaugurado. Esto es como un entrenamiento de cualquier deporte, cuanto más entrenas, mejor lo vas a desarrollar. Las últimas que se han ido entregando como ha habido un entrenamiento anterior técnicamente son mucho más interesantes. 

- ¿Cree que hay vida artística en Lanzarote más allá de César Manrique?

- Sí, no soy el único, ni el mejor ni mucho menos, claro que la hay. Es verdad que vivíamos a la sombra de Manrique, que no hay que quitarle todo lo que él fue y su legado, eso lo tenemos todos presente. Nosotros los artistas y los lanzaroteños lo tienen presente pero es verdad que la sociedad demandaba una forma de expresarse actualizada. Y desde hace como diez años el Cabildo con los técnicos de Cultura han ido trabajando de una forma muy inteligente. No me refiero a inteligente por apoyar a los artistas porque soy artista sino inteligente de la forma en la que lo han hecho. Han apoyado a los artistas involucrándose en espacios profesionales derivados del arte y están teniendo sus frutos. Lanzarote se escucha en Madrid, cuando son las semanas de la feria aquí hay muchos lanzaroteños y canarios que exponen en Madrid y se dejan escuchar porque lo traen es muy bueno y de mucha calidad. Y artistas que yo conozco aquí, comisarios y gente dedicada al mundo del arte lo comentan. 

- Y el arte sin dinero y sin mecenazgo que se desarrolle es imposible, ¿no?

- De una forma profesional sí, de una forma más divulgativa tenemos siempre el apoyo de las instituciones. Es verdad que hay que entender esas diferencias, hay un arte que es más de mercado que se necesita coleccionismo y hay un arte más de divulgación que es más lo que podemos ver en los centros culturales, museos que tienen más desviación de la institución. 

- Un artista como usted, ¿qué sintió cuando quitaron las esculturas de Jason DeCaires del Castillo de San José por cuestiones políticas?

- Ahí ya me saca de mi ámbito; la verdad que no sabría qué decir porque desconozco todo el contexto de cuándo se ubicaron, por qué se ubicaron, cuándo se quitaron y el motivo, porque me mantuve bastante al margen. No sé qué sensación tendría, si es por una cuestión política lo veo más derivado a esas intenciones de lo político en cuanto a unas necesidades u otras. Si es una cuestión popular, lo entiendo; cuando colocamos esculturas públicas colocamos muebles para los demás y muchas veces lo hacemos sin llegar a la gran mayoría de los habitantes que desarrollan su vida cotidiana en ese entorno. Está siempre la posibilidad de esa aceptación como puede haber con el diablete que estaba claro que era una cultura bastante apreciada, aceptada y que tiene su propio peso. Yo solamente lo que hice fue reproducir una imagen que ya se manifestaba como cultura. Pero cuando colocamos un mueble en la calle está esa parte de que la sociedad lo puede aceptar o no. En mi mente me cabe la idea de que se pueda quitar o dejar en relación a que esa sociedad o ese entorno lo esté aceptando. 

 

"Es verdad que vivíamos a la sombra de Manrique, que no hay que quitarle todo lo que...
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