El Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Emergencias, ha declarado la situación de alerta por riesgo de inundaciones en Lanzarote y Fuerteventura a partir de las 19:00 horas de este martes conforme a la previsto en el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo de Inundaciones de la comunidad autónoma de Canarias (PEINCA). La decisión, como muestran las imágenes que han acompañado la información de este diario desde primera hora de la mañana del martes, llega evidentemente tarde, toda vez que esas inundaciones sobre las que se advierte ya se han producido y de manera espectacular. Sólo hay que ver lo que ha sucedido con parte del paseo de Playa Honda, en San Bartolomé, o en Puerto del Carmen, en Tías, para darse cuenta de que la reacción gubernamental no está ya justificada, toda vez que parece que este miércoles el viento y la mar van a dar cierta tregua.

La previsión según la nota de prensa enviada por el Ejecutivo regional a última hora del martes apuntaba a riesgo de inundación costera por saltos del oleaje en paseos marítimos y carreteras próximas a la costa durante las pleamares, aumentando dicho peligro dos horas antes y hasta una hora y media después del pico de la pleamar. Esta situación, según el Gobierno, se deriva por el viento del nordeste, con rachas de entre 39 y 61 kilómetros por hora, y la fuerte marejada con áreas de mar gruesa con mar de fondo. Las mareas vivas de la luna nueva serán especialmente intensas durante las pleamares de mañana miércoles, 10 de abril, entre las 02:50 horas y las 03:15 horas y entre las 15:15 y las 15:40 horas. Las rachas de viento han sido muy superiores a lo que incluso determina la Dirección General de Emergencias en su nota tardía.
En este sentido, la Dirección General de Emergencias recomienda a la población que no se sitúe en el extremo de muelles o espigones, ni se arriesguen a sacar fotografías ni videos cerca de donde rompen las olas. Que evite circular por carreteras cercanas a la línea de playa y actividades deportivas y lúdicas cerca del litoral, como pescar. Además de proteger su vivienda ante la posible invasión del agua del mar y retirar aquellos objetos situados en el exterior y que puedan ser arrastrados por la acción del oleaje. Si cae al agua apártese de donde rompen las olas, pida auxilio y espere a que le rescaten y si ve a alguien en apuros en el mar tírele un cabo con un flotador, o cualquier objeto al que pueda aferrarse y avise inmediatamente al 112. No se ponga en riesgo.