El parte diario de la información en Lanzarote, con una terrible anestesia general en la población que ya observa el fenómeno con una naturalidad preocupante, narra que las mafias que trafican con seres humanos desde el continente africano decidieron que otras tres embarcaciones se dirigieran hacia la parte oriental del Archipiélago. La cantidad de pateras es infinita en una auténtica tromba de llegada de seres humanos que vienen huyendo de todo tipo de circunstancias. Si nos fiamos de las cifras que dio el viernes el presidente del Cabildo, el nacionalista Oswaldo Betancort, dentro de su llamada de auxilio al Gobierno central que preside el socialista Pedro Sánchez, estaríamos hablando de la 13, la 14 y la 15 que llegan en apenas tres días, con cerca ya de mil personas a las que hay que atender por parte de los desbordados servicios de rescate y cuidado.
En principio, según ha informado el Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo lanzaroteño, ha sido una vez más Salvamento Marítimo quien ha rescatado en altamar a las tres embarcaciones, en las que viajaban 168 personas que en principio se encontraban en buen estado. Su estimación era que les iban a dejar sobre las seis de la mañana en Puerto Naos, en Arrecife, donde la situación empieza a ser caótica y preocupante, con un personal extenuado que difícilmente puede hacer frente a esta avalancha inmigratoria.
Según los datos oficiales del día anterior, en las últimas 48 horas Lanzarote había recibido 12 embarcaciones con un total de 725 personas, entre las cuales se encuentran cerca de 80 niños, niñas y adolescentes no acompañados. El Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) en Arrecife alcanzó el jueves su máxima capacidad, lo que ha obligado a la instalación de 12 nuevas carpas, cedidas por el Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo, para intentar paliar la situación, que no es puntual sino que permanece en el tiempo.