martes. 22.04.2025

Hace años habría sido imposible escribir un artículo en Lanzarote en el que se afirmara con rotundidad que hay algunos vecinos que tienen miedo a salir de sus casas por determinadas zonas de Arrecife. Ahora, en el año 2023 por desgracia ocurre y el artículo se puede escribir y publicar. Hay lugares donde se han ido creando pequeños guetos, principalmente con ciudadanos procedentes de otros países, en los que últimamente impera todo menos el buen comportamiento. 

Este mismo lunes sin ir más lejos se producía una multitudinaria pelea entre jóvenes colombianos y marroquíes que se enfrentaron a las seis de la mañana entre la calle Triana y la calle Fajardo, a puñetazo limpio. ¿Qué hacían un lunes a esa hora por allí, hora y día evidentemente de labor? Salir de alguno de los muchos locales que están en aquella parte olvidada de la capital incumpliendo los horarios de cierre y albergando una especie de marcha nocturna que no es propia de la sociedad lanzaroteña. 

A esas peleas multitudinarias se suman las que se producen un día sí y otro también muy cerca de aquel lugar, en la misma calle Fajardo, más concretamente en la esquina con la calle Cienfuegos. Allí, como ha denunciado en varias ocasiones este diario, hay una casa que está ocupada por un grupo de ciudadanos procedentes de Marruecos que un día sí y otro también montan todo tipo de follones: pleitos, gritos, insultos a los vecinos que tratan de pedirles que paren para poder descansar... Así hasta un largo etcétera al que de último se suman las terribles mascotas que han adquirido, perros de razas peligrosas que no paran de ladrar de día y de noche y que tienen a muchos habitantes de la zona muy próximos a adquirir verdaderos ataques de ansiedad. 

En varias ocasiones, tantas que es difícil contarlas, han tenido que actuar en el lugar agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local. Sin embargo, poco o nada han hecho y pueden hacer en estos momentos con la ley en la mano. La ocupación en este país se ha convertido en un derecho y ha dejado de ser un delito. Como mucho, pueden reprender al grupo de magrebíes que están ahí y pedirles que no hagan ruido, que respeten al menos el descanso de los vecinos. No hacen ni caso. En cuanto se marchan los agentes, vuelven a lo suyo. 

Este mismo lunes se volvía a producir otro monumental follón entre ellos. Peleas, gritos de "hijoputa" a todo el que pasa por allí... "No aguantamos más; me gustaría que algún político de los que tienen que tomar decisiones vinera a tratar de dormir aquí algún día", comenta a este diario un vecino indignado. "Yo ya tengo miedo a salir, antes sólo era de noche pero ahora también es de día, me da pánico, y no me considero una mujer miedosa", apunta otra vecina con la que ha hablado la redacción de Crónicas. "Mi hijo que no es tan pequeño, tiene ya doce años, está cogiendo miedo, duerme aterrado por las noches. No es justo que tengamos que soportar esto y que no se haga nada", dice otra vecina que asegura que está padeciendo una auténtica pesadilla que le va a hacer como mínimo tratar de mudarse de casa. 

Alguno de los vecinos, después del follón del lunes, volvieron a dirigirse a la Policía Local de Arrecife. Les explicaron lo que explican siempre, que pueden ir y con la misma volverse si no cogen a los ocupas cometiendo algún delito. Otra cosa distinta va a ser el tema de los animales peligrosos que andan sueltos por el inmueble y a veces por la calle. Ahí sí que podrán actuar, y se han comprometido a hacerlo. 

Esos mismos vecinos, que han decidido no quedarse cruzados de brazos, han solicitado también un encuentro con el director insular de la Administración General del Estado en Lanzarote, Juan Ramón Pérez Borges, encuentro en el que quieren explicarle bien la situación, que sepa el calvario que están padeciendo y que él por su parte les diga qué tipo de actuaciones pueden emprender los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en el caso de Arrecife, porque es donde tienen la competencia, la Policía Nacional. 

Miedo a salir de día y de noche por Arrecife
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