Como estaba previsto, la apertura del nuevo gran centro comercial de Arrecife, el Open Mall, se ha convertido en el gran acontecimiento social de Lanzarote durante el fin de semana. Y cuando hablamos de acontecimiento social tiene que ver con todas las capas y estratos de la sociedad conejera, puesto que por el enorme, moderno y abierto recinto han circulado personas de toda condición económica.


Sólo el viernes, el primer día oficial de la inauguración, entraron en el recinto 22.000 personas, según los datos oficiales que se manejaron para controlar el aforo. En la fiesta previa del jueves más de 2.000 personas ya habían estado. A estas hay que sumar otra media de 20.000 diarias que este domingo que está a punto de terminar se han cubierto de largo. De hecho, en la jornada del domingo se ha podido ver al grueso del pelotón de rezagados que por un motivo u otro, normalmente cuestiones laborales o familiares, no habían podido estar el viernes o el sábado pero querían participar de lo que se ha convertido en una auténtica fiesta.

Los promotores de la obra, las empresas familiares de Lanzarote Grupo Marcial y Grupo Hormiconsa, pueden y deben estar enormemente satisfechos de la respuesta que han tenido de los vecinos de su isla. Casi nadie que ha podido o ha querido estar se ha perdido el magno acontecimiento, que ha venido regado de todo tipo de ofertas por parte de las tiendas que han abierto en estos días y de las sorpresas y actuaciones que ha habido a lo largo y ancho del fin de semana. Este domingo sin ir más lejos una ruidosa y armoniosa batucada hacía que su música resonara por todos los rincones del centro comercial, haciendo todavía más divertida la visita a la gente que se ha descolgado por allí.

Como mandan los cánones en las empresas serias, se marcaron el objetivo de abrir el 11 de noviembre y lo han logrado. Seguramente que dejando todavía en el aire algunas cuestiones por resolver, seguramente que arriesgando más de la cuenta en cuestiones que no se sabía cómo podían terminar, pero con la certeza de que había que cumplir con la palabra dada. No sólo han abierto sino que de momento, según cuentan todos los asistentes y según se puede ver por todas las redes sociales, lo han hecho con un notable éxito de crítica. Casi todo el mundo, porque siempre habrá excepciones, cree que es exactamente el centro comercial que la ciudad de Arrecife, la tercera capital de Canarias, demandaba desde hace muchos años, tal vez demasiados.
Y todavía faltan cosas por llegar, y todavía quedan cosas por ver, como el impacto que va a suponer la apertura de Primark o de la heladería Antiu Xixona, que está a punto de abrir sus puertas para el gran público.

Precisamente la heladería va a venir a cubrir uno de los espacios sobre los que si ha habido críticas, la necesidad de que haya más lugares de restauración y cafeterías donde tomarse un café, un helado o un trozo de tarta. No es algo difícil de solventar; más bien todo lo contrario, y seguro que los gestores del centro comercial habrán tomado buena nota de ello.

Teniendo en cuenta el increíble volumen de visitantes en apenas tres días era lógico pensar que se iban a producir enormes colas de vehículos que trataban desesperados de acceder al recinto. No ha sido así, entre otras cosas por la buena organización que ha habido, por lo razonable que ha sido la gente al no empeñarse todo el mundo en aparcar dentro y porque el Open Mall tiene un enorme aparcamiento subterráneo y otro en altura con capacidad para más de mil vehículos. Es decir, el que parecía que iba a ser el principal problema del fin de semana de la novelería no lo ha sido tanto.