

"Lanzarote no se vende. Se ama y se defiende"; "Basta de dar licencias"; "Su negocio nuestra ruina"; "Lanzarote se muere"... Son algunos de los eslóganes que se pudieron ver este domingo por la mañana en la multitudinaria manifestación que recorrió las calles de la principal avenida turística de Lanzarote, la de Puerto del Carmen. Miles de personas para algunos de los participantes, que llegaron a calcular que durante el recorrido habría más de 3.000 participantes, y en teoría 1.500 personas según las cifras oficiales que posteriormente ofreció la Delegación del Gobierno en Canarias para hablar de todas las manifestaciones que se produjeron ese mismo día en las Islas.


Desde las doce del mediodía miles de personas han realizado el recorrido que ha supuesto la segunda manifestación en el mismo año para protestar por varias cosas, principalmente contra el turismo de masas que algunos ciudadanos creen que está asfixiando a islas como Lanzarote. Una manifestación que según la sensación de algunos de los participantes no ha sido ni mucho menos tan numerosa como fue la de abril, o como lo han sido otras en otras partes del Archipiélago.


De forma ordenada y tranquila, sin que en principio hayan comunicado a este diario ningún tipo de incidente, recorrieron las calles en pocos minutos para visibilizar el hartazgo de una parte de la sociedad que considera que el actual modelo turístico está provocando más daño que beneficio. Lo hacen además de forma consecutiva en el mismo año en teoría protestando contra las políticas que está realizando el Gobierno de Canarias que preside el nacionalista Fernando Clavijo, quien, sin embargo, ya ha expresado que no entiende que este tipo de movilizaciones vayan contra él o contra su gestión teniendo en cuenta que todo lo que reivindican los manifestantes forman parte de su actual hoja de ruta. Es decir, medidas como la vivienda vacacional, la residencial o la reducción del turismo están en la hoja de ruta del Ejecutivo que comparten Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP). De ahí que haya gente que haya visto cierto grado de politización en una convocatoria como la de este domingo en la que las principales fuerzas de la izquierda canaria, las mismas que no se manifestaron contra el Pacto de las Flores, movilizan a la sociedad.


La gente que ha salido a la calle pide un cambio de modelo turístico, y una clara reducción del número de personas que visitan las islas y que por tanto residen en ellas, lo que a su modo de ver supondría la recuperación de una calidad de vida de presente y de futuro que en estos momentos, al menos para ellos, no existe.