Si a los más viejos del lugar les costó este lunes recordar en La Graciosa un temporal similar al que han padecido desde primera hora de la mañana, qué decir del terrible episodio de calima que se ha adueñado de Lanzarote y de la Octava Isla. Así, como quien no quiere la cosa, mientras decidían desde las autoridades competentes si suspender las actividades al aire libre por el viento, la arena en suspensión procedente del Sahara hizo que la brillante luz de invierno se convirtiera en tiniebla y dejara un aire prácticamente irrespirable. Un gris plomizo se ha adueñado de todo y ha provocado un auténtico colapso para las personas con dificultades para respirar y para la legión de alérgicos que hay en esta parte del globo.
Lo peor es que después de un domingo lluvioso, un lunes ventoso en sólo una parte de nuestra geografía, la terrible calima con niveles tremendos para las personas con problemas de respiración parece que ha venido para quedarse.
De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé que este martes continúe el polvo en suspensión, en este caso auténtica arena. El parte del martes determina un predominio de cielos despejados con algún intervalo ocasional de nubosidad media durante la madrugada y calima, mucha calima, que irá afectando principalmente a zonas de interior orientadas al sureste. Las temperaturas mínimas tendrán pocos cambios y máximas en ligero descenso, con un viento moderado del sureste, que aumentará a fuerte a partir de la madrugada en el oeste y norte, donde se esperan rachas muy fuertes y que disminuyen a últimas horas de la tarde.
El miércoles la cosa no mejora, al contrario. La AEMET contempla un predominio de cielos despejados con algún intervalo ocasional de nubosidad alta, con la misma calima que estará afectando principalmente a zonas de interior orientadas al sureste. El viento en esta jornada será moderado del sureste con intervalos de fuerte en el oeste y norte durante las horas centrales, cuando no se descartan rachas ocasionales que pueden superar los 70 kilómetros por hora.
El jueves es cuando está previsto inicialmente que remita la dichosa calima y que los lanzaroteños tengan un respiro, nunca mejor dicho.
